Los bajos precios del petróleo y las limitaciones a su consumo necesarias para cumplir los compromisos del Acuerdo de París están llevando a grandes compañías petroleras como Shell a tratar de cambiar su modelo de negocio hacia las renovables e incluso indagar otras alternativas, de ahí New Energies, la nueva División de Shell.
Algo está cambiando en Shell. Su Informe de Sostenibilidad correspondiente a 2016 explica cómo su proyecto Quest, en Canadá, capturó y almacenó bajo tierra más de 1 millón de toneladas de dióxido de carbono, aproximadamente, procedente de sus operaciones de arenas petrolíferas. Esto más la venta de algunos negocios y otros cambios, lograron en ese ejercicio que la compañía redujera emisiones.
Y es que como señala su director general, Ben van Beurden, en este mismo documento, Shell se plantea seguir fortaleciendo su liderazgo en la industria del petróleo y del gas, pero al mismo tiempo posicionar a la compañía para el crecimiento a medida que el mundo vaya realizando la transición hacia un sistema energético bajo en carbono.
«El Acuerdo de París ha fijado objetivos para hacer frente al cambio. Quiero que Shell promueva y desempeñe un papel en la transición energética a un futuro de bajo carbono cuando tenga una claro valor comercial. Un mundo de emisiones netas de GEI es posible para finales de siglo, tanto desde el punto de vista técnico como económico«, escribe en la introducción.
La opinión de Shell -expresada en su documento «A better life with a healthy planet: pathways to net-zero emissions»– es que para acometer la transición el sector energético debe evolucionar hacia una mayor combinación de renovables, nuclear y gas natural junto con tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS). Respecto al sector del transporte, piensa que el transporte por carretera de pasajeros necesita ser electrificado o apostar por el hidrógeno.
New Energies, la nueva División de Shell
El año 2016 también fue el año en que Shell decidió crear una nueva División denominada New Energies con la que pretende trabajar en el campo de las inversiones en renovables más tradicionales pero también más allá, buscando oportunidades principalmente en tres áreas: nuevos combustibles para movilidad (biocombustibles o hidrógeno); soluciones energéticas integradas y “connecting customers”, es decir, nuevos modelos de negocio para la energía vía la digitalización y la descentralización de los sistemas energéticos.
Ya en enero, la compañía estaba entre las mayores petroleras del mundo que junto a importantes fabricantes de automóviles acordaron impulsar un uso global más amplio y mayores inversiones en el uso del hidrógeno para ayudar a reducir las emisiones y detener el calentamiento global.
«Estamos estudiando la mejor manera de combinar la energía eólica y solar con nuestro negocio y las capacidades existentes. Tenemos cerca de 500 megavatios (MW) eólicos en los EE.UU. y los Países Bajos y estamos estudiando como aplicar tecnologías solares para reducir la intensidad de carbono de nuestras operaciones«, explica la compañía en la página web de la nueva División.
Hay que recordar que Shell fue el pasado mes de mayo una de las firmantes, junto a otras dieciséis importantes compañías estadounidenses, de una carta al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, para pedirle que no sacara a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, ya que permanecer les ayudaría a manejar los crecientes riesgos climáticos y a competir en los crecientes mercados globales de energía limpia.
Shell ha empezado, además, a ofrecer servicios de representación “Route-to-Market” en España para plantas de generación renovables y cogeneración.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.