Un informe de la consultora McKinsey&Company asegura que la Unión Europea está en condiciones de conseguir la neutralidad climática en 2050 a coste cero. Además, esto supondría la creación de casi cinco millones de empleos.
Alcanzar la neutralidad climática a coste cero en Europa será necesario cumplir una serie de condiciones. De acuerdo con el informe Net-Zero Europe: Decarbonization pathways and socioeconomic implications (Europa en Cero-Neto: Trayectorias de descarbonización e implicaciones socioeconómicas) la primera es que todos los países de la UE se fijen metas en bloque, lo que reduciría considerablemente los gastos.
«Hay muchas trayectorias posibles de reducción de emisiones; nuestro informe describe un escenario que además de ser económicamente viable, presenta acciones puntuales y realizables que permitirían a la UE acanzar sus objetivos de reducción de emisiones», ha explicado el socio que lidera la Práctica de Sostenibilidad en Iberia, Joseba Eceiza.
La forma más rápida de alcanzar la neutralidad climática en Europa
El análisis indica que el camino más económico hacia las emisiones netas nulas requiere acción simultánea en cinco sectores clave: sector eléctrico, transporte, edificios, industria y agricultura.
El sector eléctrico podría ser el primero en alcanzar las emisiones netas nulas, a mediados de la década de 2040. El sector transporte se acercaría a su objetivo en 2045, edificios a finales de la misma década, y la industria en 2050, seguida de agricultura.
Los cambios requerirían una reconfiguración fundamental de los sistemas energéticos y de las prácticas de uso del suelo. Aproximadamente 30 millones de hectáreas de tierras marginales podrían utilizarse para producir biomasa.
Transición a coste cero
Reducir emisiones podría incrementar el coste de hacer negocios en algunos sectores, pero los ahorros en otros sectores compensarían la diferencia, y si estos costes y ahorros adicionales se traspasaran a los consumidores, «el coste de vida promedio bajaría ligeramente para los hogares de ingresos medios y bajos», ha señalado la consultora.
Además, McKinsey & Company estima que lograr emisiones netas nulas crearía 11 millones de puestos de trabajo nuevos y eliminaría otros 6 millones de puestos, generando una creación neta de 5 millones de nuevos puestos. A este respecto, advierte de que hasta 18 millones de personas podrían requerir entrenamiento y apoyo para la transición a diferentes funciones.
Pronóstico para España y Portugal
En el caso particular de España y Portugal el informe presenta algunos puntos muy relevantes, como que la región podría convertirse en un exportador clave de hidrógeno y electricidad, proveyendo cientos de teravatios-hora de energía económica a países del norte de Europa.
Vaticina que la Península Ibércia podría ser carbono-negativa en el largo plazo, y podría proveer sus asignaciones de carbono excedentes a otras regiones de Europa que enfrentarían altos costes de descarbonización para el 5-10% de emisiones más costoso, como Alemania o Benelux que tienen mucha industria intensiva en energía.
Sin embargo, avisa de que en el corto plazo (hasta 2030), la Península Ibérica tendría el segundo coste de descarbonización más alto de Europa, en la medida que debería alcanzar el avance ya logrado por otras regiones.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.