Renovables sí pero nuclear también, al menos de momento. El sentido común y la competitividad deben configurar finalmente nuestro mix energético, dijo el jueves Alberto Nadal, que respaldó un pacto de Estado sobre la Energía basado en estas premisas y al margen de ideologías.
El Secretario de Estado de Energía en funciones, que participó en la jornada “Transición energética: pasos hacia un nuevo modelo energético”, y organizado por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid, ETSII-UPM, en colaboración con Energía y Sociedad, repitió lo que viene diciendo en los últimos foros en lo que a las renovables se refiere. Es decir, “el incremento de las energías renovables se debe hacer con sentido común, midiendo esfuerzos y costes y apostando por la mejor tecnología en cada momento”, dijo.
Durante su intervención, aseguró que para evitar destruir el futuro del medio ambiente ya no es posible que siga existiendo un uso masivo e indiscriminado de las fuentes de energía contaminantes pero también dijo que las energías renovables estarán en igualdad con las convencionales cuando su coste de producción y almacenamiento sea equivalente.
Asimismo, el secretario de Estado subrayó que la seguridad del suministro sigue siendo un pilar básico de la política energética, por ello considera necesario tener un parque de reserva convencional. Y, en cualquier caso, como ya ha dicho en otras ocasiones, se debe hacer sin repetir antiguas equivocaciones, en sus palabras: «tenemos que tener claro también cuál es la cantidad que queremos introducir e ir analizando continuamente cuáles son las tecnologías que son más baratas. El gran error del pasado fue el descontrol, no tener claro ni las cantidades ni los mecanismos de cuál era la cantidad máxima que se podría introducir«.
Prescindir de la nuclear
Por todo ello, a día de hoy, lo que defiende es combinar las energías renovables con la energía nuclear. Ambas, dice, «contribuirán a reducir considerablemente las emisiones de CO2”. A su juicio, prescindir de la energía nuclear elevaría el coste de generación entre un 25-30%.
«Una cosa es vigilar la seguridad al máximo y otra cerrar un activo del sistema. Lo que tenemos construido hay que exprimirlo al máximo, ya que no hacerlo supone un coste intolerable para el sistema«, aseguró al respecto.
En cuanto a los objetivos adquiridos en renovables para 2030, cuando deberán llegar al 27%, consideró que para lograrlo de desarrollo de las interconexiones energéticas es fundamental y por lo tanto, el respaldo de la Unión Europea para llevarlas a cabo. También se refirió al autoconsumo, defendiendo la necesidad de que quién quiera una instalación, contribuya al sistema.
El encuentro reunió a más de 400 asistentes, entre expertos, profesionales, agentes e instituciones tanto del sector energético como de otros sectores. Óscar García Suárez, subdirector de Investigación, Doctorado y Relaciones con Empresas de la ETSII-UPM , y Helena Lapeyra, socia de Energía en PwC , fueron los encargados de inaugurar.
Una visión medioambiental, técnica y económica
Helena Lapeyra, socia de Energía de PwC
, remarcó la unanimidad que existe sobre la necesidad de transformar el sector eléctrico, “todos vemos un futuro sin emisiones, todos vemos con ilusión ese acuerdo multinacional. Y todos vemos la necesidad de transformar el sector energético”. Sin embargo, señaló que esta transición “no puede ser únicamente una visión medioambiental”, debe también abarcar la sostenibilidad técnica y económica del sistema.
En la primera mesa redonda de la jornada en la que se abordaron los retos técnicos que debe asumir este nuevo modelo energético para conseguir un desarrollo sostenible. María Sicilia, directora de estrategia
de Enagás, afirmó que la energía gasista permite la integración de las renovables para asegurar el suministro, además de ser “la mejor aliada de las energías renovables”, y una alternativa viable para el transporte.
Por su parte, Antonio Cornadó, presidente del Foro Nuclear, señaló que “nuestra sociedad y nuestro entorno están orientados hacia economías bajas en carbono. En esta transición, la energía nuclear puede y debe jugar un papel importante, que permita transitar hacia un futuro sostenible. Mantener el parque nuclear español es sencillo y asumible, y la industria nuclear sabe cómo hacerlo«.
La transición energética es imparable
José María González, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA)
, expuso que la transición es imparable, pues prácticamente todos los países del mundo ya cuentan con políticas de energía renovables, “en 2015, más de 160 países contaban con unos objetivos de energía renovables definidos”. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de la energía eólica y fotovoltaica, que, en sus palabras “han reducido sus costes en un 61% y 82%, respectivamente”.
Asimismo, Miguel Duvisón, director general de Operación de Red Eléctrica de España (REE), destacó que España produce el 70% de su energía con fuentes libres de emisiones e insistió en la importancia de la energía
hidráulica de bombeo como respaldo para las renovables no gestionables.
En el segundo panel de expertos en el que se analizó el impacto del nuevo modelo energético en la competitividad del sector. Guillermo Ulacia, presidente de la Comisión de Industria y Energía de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), dijo que el sector energético español requiere una “buena praxis regulatoria” con una visión a largo plazo, aportando credibilidad de cara a los inversores bajo una seguridad jurídica.
Por otro lado, indicó la necesidad de prestar mayor atención a los costes ajenos al suministro que finalmente impactan en la factura eléctrica. En cuanto al mix energético, subrayó la aportación de la generación eléctrica nuclear para combatir el cambio climático, reduciendo las emisiones del sector eléctrico.
El punto de vista de los consumidores
El papel del consumidor en este nuevo modelo, también fue otro de los temas de debate. Javier Arranz, responsable en Materia Energética de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) , subrayó que el consumidor es otro de los roles fundamentales en esta transición energética y la tecnología debe apoyarlo. De acuerdo con Arranz, “los contadores inteligentes deben ser parte de esta transición energética y estar al servicio del consumidor”.
Además, insistió en la necesidad de establecer un bono o tarifa social que llegue a los hogares que realmente lo necesitan, siendo fundamental establecer “medidas adicionales contra la pobreza energética”.
Por su parte, Jorge Morales, vicepresidente de la Fundación de Energías Renovables (FER), destacó aunque los costes fijos de las energías renovables son altos, “no lo son los variables”. Además, aseguró que la tecnología solar fotovoltaica sin ayudas es competitiva en toda Europa.
EN esta línea, el economista Daniel Lacalle, señaló que el desarrollo de las energías renovables ha permitido que el precio de la electricidad mayorista baje pero que entre primas, costes fijos y subvenciones, los precios a los consumidores se han incrementado considerablemente. El experto concluyó que es necesario apostar por energías renovables “sin pasar la factura a empresas y familias”.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.