, a través de su fondo de inversión de capital riesgo, Repsol Corporate Venturing, y la empresa metalúrgica valenciana IMECAL han creado una nueva compañía, PERSEO Biotechnology.
Mediante esta operación, Repsol toma una participación del 25% en esta sociedad. La compañía resultante es una spin off del departamento de innovación de IMECAL y aúna todos los activos escindidos de su matriz asociados a una novedosa tecnología patentada, denominada Perseo Bioethanol, con la que es posible transformar de manera rentable los residuos sólidos urbanos orgánicos en bioetanol avanzado.
«De este modo, no sólo se mejora la gestión de los residuos, reduciendo la cantidad que termina en un vertedero, sino que, además, se transforman en productos de alto valor añadido que pueden emplearse como combustible de baja huella de carbono», explica la compañía en un comunicado.
Valorizar los residuos mediante hidrólisis y fermentación
El desarrollo y la optimización de esta tecnología, que consiste en la hidrólisis y fermentación de la materia prima en un sólo paso, supone un salto cualitativo en la valorización de los residuos sólidos urbanos. Entre otras ventajas de este proceso, destacan su elevado rendimiento frente a otras opciones, su modularidad y su complementariedad con instalaciones existentes.
PERSEO Biotechnology posee una planta de escala pre comercial en L´Alcudia (Valencia), con capacidad para procesar 25 toneladas diarias de residuos orgánicos. La alianza con Repsol a través de su fondo Corporate Venturing permitirá a la compañía de reciente creación acelerar el escalado de la tecnología para alcanzar la fase comercial, aprovechando la amplia experiencia del grupo multienergético en este campo.
Al mismo tiempo, ambas compañías colaborarán en diferentes líneas de trabajo para dotar a la tecnología Perseo Bioethanol de mayor eficiencia y flexibilizar el rango de residuos que puede procesar.
Repsol apuesta por la economía circular como uno de los pilares estratégicos para abordar la transformación de sus centros industriales en grandes hubs multienergéticos, capaces de utilizar residuos de diferente naturaleza y convertirlos en productos neutros en carbono.
Tal y como anunció recientemente durante la presentación de su Plan Estratégico 2021-2025, la compañía tiene la ambición de utilizar cuatro millones de toneladas anuales de residuos en 2030.
Se trata de un reto que ya ha comenzado a implementar y en el que está acelerando, gracias al próximo inicio de la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados en Cartagena, con una capacidad de 250.000 toneladas anuales producidas a partir de residuos, a la que se une este nuevo proyecto encabezado por el área de Refino de Repsol y que formará parte del plan de transformación de sus centros industriales.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.