En el artículo del Club de Expertos de hoy, Sara Pizzinato, consultora independiente en Transición Energética, habla de la situación de limbo legal del pozo de Repsol Montanazo-D, del cual el Gobierno todavía no ha tomado una decisión sobre su renovación.
Mientras estamos concentrados en deshacernos de la grave amenaza del Coronavirus y modificando nuestras costumbres para poder salir del confinamiento lo ante posible, hay cosas que sí siguen su camino y es interesante no perder de vista. El pasado 4 de enero caducaba la concesión de explotación de uno de los poquísimos pozos de petróleo que operan en España: Montanazo-D. Este pozo operado por Repsol, está ubicado en el mar frente al Parque Natural del Delta del Ebro y se conecta a la plataforma Casablanca para enviar su crudo a la refinería de Tarragona.
Limbo legal de Montanazo-D
A 16 de marzo aún el Gobierno no ha tomado una decisión acerca de su renovación pero no podrá esperar mucho más ya que Montanazo-D se encuentra en una situación inusual de limbo legal. Sin embargo, lo que sí está claro es que este proceso no ha pasado por una evaluación de impacto ambiental ni se plantea hacerlo. De lo contrario debería haber habido consultas previas a las administraciones locales no solo de la zona sino de las áreas potencialmente afectadas por la actividad petrolífera y no ha sido así.
Es bueno recordar que no hay ningún derecho adquirido a la hora de decidir una renovación de una concesión. Y también que la extracción interna de crudo no afecta en absoluto el nivel de abastecimiento nacional ya que no cubre ni el 1% de la demanda española.
Resulta inquietante que el Gobierno siga con la idea de prorrogar concesiones de explotación de hidrocarburos sin evaluación ambiental como si no existieran una normativa europea y fallos del Tribunal de Justicia Europeo en materia. Acaban de hacer lo mismo con la concesión de la plataforma petrolífera Casablanca a la que se conecta el pozo Montanazo-D. En este caso, la renovación de la concesión se ha denunciado ante el Tribunal Supremo. Al fin y al cabo hablamos de salvaguardar el mismo Parque Natural del delta del Ebro por el que todo el mundo se echaba las manos a la cabeza cuando recibió el embiste del temporal Gloria; de un lugar clave para la alimentación de aves amenazadas como la Pardela balear y uno de los hábitats acuáticos más importantes del Mediterráneo. Los vertidos de crudo han acompañado el complejo de extracción de Repsol desde hace mucho tiempo y el mantenimiento deficiente de las instalaciones que los que generado, tampoco ha sido evaluado adecuadamente a la hora de renovar concesiones. Es bueno recordar que no hay ningún derecho adquirido a la hora de decidir una renovación de una concesión. Y también que la extracción interna de crudo no afecta en absoluto el nivel de abastecimiento nacional ya que no cubre ni el 1% de la demanda española. Igual es un buen momento, ahora que no podemos movernos de nuestras casas por fuerza mayor, que estemos aún más pendientes de las decisiones del Gobierno en temas energéticos. La actividad no para.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.
Parece q lasvpetroleras, electricas, bancos, tienen comprados a los políticos desde hace más de un siglo.
Es hora de q esto cambie o se cargan al planeta.