Las microrredes inteligentes avanzan un futuro interesante para mejorar la eficiencia, no perjudicar el medio ambiente y evitar interrupciones de energía. Y pueden ser una alternativa para comunidades rurales, aisladas, como para vecindarios de zonas urbanas. Las energías renovables ayudan a que se extiendan y ofrezcan una alternativa a las redes convencionales.
Un reportaje de Energy Storage, firmado por Molly Lempriere, periodista y editora adjunta de Solar Media, se centra en el futuro de las microrredes inteligentes.
Según el mismo, las microrredes han demostrado tener éxito en comunidades rurales, aisladas, como una forma de alternativa a las redes nacionales. Pero también están desplegándose en las ciudades, como forma de autogeneración y para evitar la interrupción energética en momento causados por fenómenos naturales, como huracanes.
Hitachi América hizo un estudio sobre microrredes y, según el mismo, el futuro se plantea interesante, a nivel global. Indican que para 2024 tendrá probablemente 7.500 MW de capacidad y un mercado de 35.000 millones de dólares. Asimismo, dicho informe indica:
«A medida que la introducción de energía renovable se desarrolla como una medida contra el calentamiento global, las microrredes se consideran una solución prometedora para varios problemas».
Microrredes
No son nuevas las microrredes, puesto que desde siempre se han utilizado para generar energía con combustibles fósiles. Sin embargo, las fuentes renovables, unidas a la digitalización, ofrecen grandes oportunidades.
El primer proyecto en EEUU, basado en energía solar y blockchain, fue el Brooklyn Microgrid, de 2016. Permite a un suburbio de Nueva York generar su propia energía y además la compra-venta de energía entre las partes conectadas a la red. Ahora hay más de 50 hogares y negocios dentro de esta red. Y el desencadenante fue una tormenta en 2012 que causó apagones generalizados.
En EEUU y Europa, las microrredes están apareciendo en muchas comunidades. Pero también en Medio Oriente y África, donde un informe de Navigant Research pronostica el mayor crecimiento de microrredes en los próximos años. Incluso apunta a un crecimiento del 27% anual en estas regiones.
Para muchas zonas de estas regiones el beneficio es doble: consiguen energía, que antes no tenían; evitan sistemas de iluminación peligrosos, como las lámparas de queroseno.
Microrredes inteligentes. El caso de Alabama
Desde 2018, Alabama cuenta con un proyecto de microrred en un vecindario que es todo un campo de pruebas para Alabama Power. El mismo cuenta con 62 viviendas, construidas con medidas de eficiencia avanzada, domótica y conexión a la microrred.
La microrred puede funcionar por sí sola o apoyarse en la red nacional. Alabama Smart Neighborhood utiliza paneles solares, almacenamiento de baterías y un generador de gas natural de respaldo para crear un sistema de energía completo. La microrred tiene alrededor de 1MWp de salida eléctrica.
El proyecto incorporó el generador de gas por la demanda de energía durante las horas nocturnas.
Junto con la tecnología que conforma la red en sí, el vecindario inteligente de Alabama ha demostrado cómo las casas pueden interactuar y ser más eficientes dentro de la microrred.
Software inteligente
El sistema, además, utiliza un software inteligente, creado por el Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía de EE. UU. El sistema cuenta con el pronóstico del tiempo y toma decisiones sobre qué activos ejecutar. Además de controlar el sistema, se comunica con los dispositivos de los hogares, incluso con los termostatos. Puede actuar sobre ellos, y junto con los paneles solares, las baterías y el generador de gas, aportar eficiencia al sistema y ahorrar costes.
Un informe de la Agencia Internacional de Energía en 2018, titulado The Future of Cooling, descubrió que el aire acondicionado y los ventiladores representan una quinta parte del consumo total de electricidad en edificios a nivel mundial. Incluso el 10% del consumo de electricidad actual. E irá a más.
De ahí que uno de los objetivos del proyecto de Alabama sea comprobar el impacto que un grado o dos puede tener sobre la red y el uso de la energía. La diferencia de un grado en el termostato del calentador de agua es imperceptible para el usuario, pero es importante para la red. Ese grado puede, colectivamente, tener un gran impacto en la capacidad de la red.
DHYBRID alemán
No todas las microrredes son iguales. Tal es el caso de la que ofrece la empresa alemana DHYBRID. Especializada en comunidades rurales e insulares, la compañía proporciona un sistema de gestión de energía que puede ejecutar sistemas híbridos de microrred. Utiliza su Plataforma Universal de Energía (UPP). Según el CEO de DHYBRID, Benedikt Böhm:
«Básicamente, entendemos que nuestro UPP es como la base cuando se trata de construir redes inteligentes y microrredes para energías renovables».
El software de la empresa ya tiene más de 75 proyectos en 25 países. Uno de sus últimos proyectos está en Senegal. Trabajando junto a la empresa de servicios públicos Senelec, desarrolló varios proyectos en la región de Ile du Saloum. Su objetivo era dotar de electricidad a esta zona de aldeas remotas. Los sistemas se basan en generadores diésel y placas solares.
Según Böhm, las microrredes del futuro serán sistemas híbridos, con generadores y baterías. Tal sistema podría ofrecer una alternativa atractiva a las redes nacionales actuales, proporcionando una solución resistente y confiable para la integración de tecnologías como la solar, el blockchain y el software de gestión, haciendo de las microrredes una opción inteligente.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela