A medida que los gobiernos y las grandes corporaciones se mueven para realizar la transición energética necesaria en detrimento de los combustibles fósiles, los desarrolladores fotovoltaicos están transformando franjas de desierto y tierras agrícolas en gigantescas granjas solares. Estos proyectos significan una gran oportunidad para las renovables y se están acercando a la escala de las grandes plantas de carbón, petróleo y gas natural.
Los proyectos solares a gran escala son cada vez más comunes. En 2019, los desarrolladores fotovoltaicos establecieron un récord al poner en marcha más de 35 proyectos de al menos 200 megavatios en todo el mundo, un aumento de aproximadamente un 17% con respecto al año anterior, según un análisis de datos recopilado por BloombergNEF.
Con unos 3.000 paneles solares necesarios para cada megavatio de capacidad, un proyecto de 200 megavatios tendría un tamaño similar al de 550 campos de fútbol americano. El creciente tamaño de las granjas solares se produce a medida que caen los costes. Al mismo tiempo, hay un grupo creciente de compradores en el mercado de activos renovables, en particular fondos de pensiones y otros inversores institucionales.
Desarrollo de las granjas solares
En Estados Unidos, las granjas solares eran pequeñas antes de los primeros años de la última década. En aquel entonces, varios desarrolladores se vieron beneficiados por préstamos y garantías de préstamos concedidos por el Departamento de Energía de los Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama. Los proyectos masivos no eran económicamente viables en esos años.
Pero a medida que la tecnología se fue abaratando, la competencia aumentó para los contratos de suministro de energía a largo plazo con los servicios públicos, reduciendo los precios de la electricidad. Los precios de los propios paneles han caído alrededor del 88% en la última década y se espera que caigan otro 43% para 2030, según BNEF.
Aun con todo, el auge de los megaparques solares no ha sido universalmente celebrado. Los propietarios se han resistido a vivir cerca de proyectos verdes, preocupados por la estética y los valores de la propiedad. Es un enigma para las energías renovables: la gente quiere electricidad más limpia, pero no la quiere al lado.
Los proyectos a gran escala son más rentables
Los proyectos más pequeños pueden ser difíciles de construir. Los costes de las líneas de transmisión, diseño de subestaciones y seguridad son comparables para grandes y pequeños proyectos, dice Tom Buttgenbach, presidente y director ejecutivo de 8minute Solar Energy, un desarrollador con sede en California de grandes granjas solares. Eso significa que los proyectos más grandes pueden usar la escala para reducir el precio que los desarrolladores pueden cobrar por la electricidad.
Esos precios son muy similares para los mercados de todo el mundo, lo que ha dado lugar a megaproyectos en lugares como China, Egipto y España.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.