Las baterías de flujo redox orgánicas podrían tener un papel esencial en la transición hacia una energía más sostenible, según Eduardo Sánchez, líder de la línea de investigación de esta tecnología, a raíz de los progresos de HIGREEW, financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea.
Se trata de un proyecto de investigación e innovación que desarrollará y validará baterías de flujo redox que sean sostenibles desde el punto de vista medioambiental energía y potencia, maximicen la vida útil y minimicen el coste, según la descripción de la web de esta iniciativa.
Próxima generación de baterías
El objetivo es dar con una próxima generación de baterías basadas en un nuevo electrolito orgánico soluble en agua de bajo costo compatible con una membrana optimizada de baja resistencia y una cinética de electrodos rápidos para una alta densidad de energía y un servicio de larga duración, prosigue la descripción.
De momento, ya se ha construido y puesto en marcha un contenedor de batería prototipo de 5 kW a la “Instalación Híbrida de La Plana” , un centro de I+D de GAMESA en Zaragoza. Allí se probará para trabajar con varios generadores renovables, como turbinas eólicas y una planta de energía solar. En su desarrollo han colaborado también otros socios del proyecto: FRAUNHOFER , SGRE, y CIC energiGUNE.
Innovation is the engine of life! We have tested the redox flow battery in our Hybrid test site in La Plana, Spain. This will be translated into an easier scalability in capacity, maximizing the supply and delivery of renewable energy in hybrid environments. #WindMotion pic.twitter.com/68l4d3FSo6
— Siemens Gamesa (@SiemensGamesa) May 23, 2018
Precisamente, este último centro de investigación cooperativa en energía sin ánimo de lucro con sede en el País Vasco (España) se ha hecho eco esta semana del proyecto y del análisis de Eduardo Sánchez, coordinador del proyecto, en su blog.
Este experto destaca entre sus ventajas «el desacoplamiento de potencia y energía, el uso generalizado de soluciones acuosas como electrolitos seguros no inflamables y la excelente estabilidad y durabilidad de sus componentes, lo que contribuye también a un menor impacto medioambiental».
Alta disponibilidad de materias primas
Además, tal y como explica en el citado artículo, el argumento «irrefutable» de este tipo de baterías «es la alta disponibilidad de materias primas; no en vano, estos materiales constan principalmente de Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno y Oxígeno».
El diseño de materiales se ha fundamentado en los conocimientos de la química orgánica y en la naturaleza como fuente de inspiración. «De este modo, compuestos de gran relevancia en la química de los seres vivos como las alloxazinas o las quinonas, que participan en los mecanismos metabólicos y de respiración, respectivamente, han sido modificados para su empleo en baterías», señala.
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Elena