Hoy, 21 de octubre, Día Mundial del Ahorro de Energía, queremos recordar que con las políticas adecuadas, la innovación tecnológica y buenos hábitos es posible alcanzar unos objetivos de reducción de consumo energético que redunden visiblemente en beneficios económicos y ambientales y, en general, para la calidad de vida de los ciudadanos.
Más allá, el ahorro de energía también reduce sus costes y nos hace menos dependientes del exterior, un asunto especialmente importante para España y, también, para la Unión Europea que, consciente de su importancia, ha fijado unos niveles mínimos de eficiencia energética, así como normas sobre el etiquetado y el diseño ecológico de los productos, los servicios y las infraestructuras.
«Estas medidas tienen como objeto mejorar la eficiencia en todas las etapas de la cadena energética, desde el suministro hasta la utilización de la energía por los consumidores«, dice el Parlamento Europeo. A este objetivo también responde la obligación de que todos los contadores sean inteligentes o la de realizar auditorías energéticas periódicas de carácter obligatorio para las grandes empresas.
Y es que la eficiencia energética es fundamental para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para luchar contra el cambio climático y para mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2ºC tal y como recoge el Acuerdo de París resultado de la celebración dela COP 21 el pasado mes de diciembre en París.
Sin eficiencia y ahorro de energía no hay transición energética
No hay posibilidad real de transición energética sin políticas de eficiencia energética
, ha dicho la Agencia Internacional de la Energía, AIE, la semana pasada, identificando este tipo de medidas como el verdadero combustible y un recurso energético que todos los países poseen en abundancia.
A nivel mundial, las políticas de eficiencia energética han conseguido evitar en todo el mundo el consumo de 2,3 millones de barriles de petróleo el año pasado -es decir, el 2,5% de la oferta mundial de crudo- y desde 2000 a 2015, han ahorrado 540 millones de dólares, según el último informe de la AIE en el afirma que la economía mundial ha necesitado menos energía para crecer.
En los que se refiere a nuestro país, el ranking internacional de Eficiencia Energética (International Energy Efficiency Scorecard) de 2016, que puntúa las políticas y programas de eficiencia energética de las 23 economías más grandes del mundo ha sido situado a nuestro país en séptimo lugar, con 62 puntos, 11 más que la media del Informe.
España además de transponer la correspondiente Directiva europea sobre eficiencia energética cuenta con el PAE 2011-2020, un Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética que establecía un objetivo de mejora de la intensidad final del 2% interanual en el período 2010-2020.
A nivel empresarial, aplicar medidas de eficiencia energética es, además, un factor beneficioso economicamente y que otorga excelencia. Precisamente, hoy se celebra en Madrid EnergyTech Spain que ha entendido que el control de la energía y la eficiencia energética es uno de los grandes retos de hoy para las empresas, junto con una mayor transparencia y personalización de los servicios y, por ello, debe formar parte de su estrategia.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.