Expertos reunido con motivo de la celebración del VII Foro Solar de UNEF han analizado qué necesita España para convertirse en un hub fotovoltaico. El acto ha contado con la presencia de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. El lema del evento: “La fotovoltaica como motor de la recuperación económica».
El sector fotovoltaico ha sufrido el impacto de la parálisis económica derivada del COVID-19. En este escenario, el autoconsumo se ha encontrado paralizado por las medidas de distanciamiento social, así como por el hecho de que la mayoría del autoconsumo que se instala en el país está dirigido a pymes y empresas de servicios, dos sectores muy afectados por la crisis que, en muchas ocasiones, no lo ven como una prioridad.
UNEF ha elaborado un programa para reactivar el sector, incluyendo el autoconsumo, con el objetivo de relanzarlo una vez superada del todo la crisis. Y el primer paso para el desarrollo pleno del autoconsumo, según José Benjumea, CEO de Powen, es «escuchar al cliente e intentar poner garantías claras encima de la mesa».
Aunque no se encuentra oposición actualmente al desarrollo del autoconsumo, «existen trabas en cuanto a desconocimiento de la tecnología por parte de municipios, los cuales piden mayor documentación», ha dicho Carlos Montoya, Jefe Departamento Solar de IDEA.
Obstáculos para el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico
Para Jorge Morales, Director de Próxima Energía, otro de los escollos del despegue del autoconsumo colectivo, es la Ley de Propiedad Horizontal, que dificulta el poder sacar adelante proyectos de este tipo en comunidades de vecinos añade. Pero existe optimismo: «una de las soluciones que incentivarían el autoconsumo podrían ser las ayudas indirectas como las desgravaciones fiscales, pues las renovables ya son rentables y no necesitan ayudas directas, que deberían redirigirse a la innovación», recuerda Manuel de Castro, CEO de Opengy.
Necesidad de consenso
Para impulsar el desarrollo del sector fotovoltaico es fundamental que, en el corto plazo, se consiga alcanzar el necesario consenso entre todos los grupos parlamentarios para que se apruebe con agilidad el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Se trata de un elemento fundamental para dotar al sector de estabilidad y seguridad y para atraer las inversiones necesarias para instalar toda la capacidad fotovoltaica prevista para los próximos años, lo que puede impulsar la recuperación económica del país.
Todos los responsables políticos han coincidido en la necesidad de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aunque no existe aún consenso por diferencias en cuanto a los objetivos perseguidos y grado de ambición de la misma.
Joan Capdevila i Esteve, Portavoz de ERC en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, se ha alegrado de la ‘existencia de una autoenmienda para ajustar los objetivos de la Ley de Cambio Climático al PNIEC’. Además de la diversidad de opiniones sobre los objetivos propuestos, Diego Gago Bugarín, Portavoz Cambio Climático en el PP, apunta a que ‘la ley carece de cierta ambición y los objetivos han de ser equilibrados con los recogidos y los aprobados en el PNIEC español’. Una opinión compartida por Juan Antonio López de Uralde, presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico de Unidas Podemos.
Por su parte, Diego Gago Bugarín añade ‘la simplificación administrativa y continuar en la regulación de los derechos de los autoconsumidores forman parte de nuestras enmiendas y seguimos pendientes de que el Gobierno publique un calendario de subastas de energía renovables. El sector fotovoltaico necesita un apoyo expreso y así lo reflejamos en nuestras enmiendas a la ley de cambio climático’.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.