En Argentina se está ensayando con los residuos de la cosecha en verde de la caña de azúcar para la tecnología de gasificación. Y es que entre el 20% y el 25% de los desechos de la recolección de la planta se queda en el campo. Un nuevo producto agrícola que se sumaría a la generación de energía para la biomasa.
La industria azucarera desecha entre el 20% y el 25% en base húmeda de los residuos de la cosecha en verde y actualmente se suele quemar por su falta de aprovechamiento, con todo el daño que puede producir esta acción. Por eso, las investigaciones se encaminan a que estos residuos podrían ser aprovechados para generar energía y solucionar, indirectamente, un problema ambiental.
«Estudiar las características energéticas de las biomasas residuales de los procesos agrícolas es un tema clave frente a los elevados precios de los combustibles de origen fósil, y se inscribe dentro de la necesidad de la industria de salir a buscar combustibles alternativos», señaló el ingeniero Marcos A. Golato, responsable del Laboratorio de Ensayos y Mediciones Industriales (LEMI), de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Laboratorio LEMI
El LEMI es un laboratorio de características únicas a nivel nacional. Allí se estudian la caracterización energética de biomasas, las mediciones industriales de las variables de proceso en fábrica, y con la incorporación del nuevo reactor piloto, se podrá investigar la tecnología de la gasificación y la posible generación directa de energía eléctrica. El reactor fue diseñado por técnicos de la Sección Ingeniería y Proyectos Agroindustriales de la Eeaoc.
La gasificación logra una conversión de las biomasas en un gas combustible de moderado poder calorífico, que pueda ser utilizado en las calderas bagaceras convencionales o para la generación directa de energía eléctrica a través de un moto-generador.
Si bien el equipo fue diseñado para trabajar con los residuos de la cosecha en verde de la caña de azúcar, posee la flexibilidad necesaria como para procesar otras biomasas. «Hay que estudiarlas a todas en el gasificador hasta hallar la mejor para gasificar. Una vez que tengamos esos resultados, vendrá un trabajo de difusión, transferencia y extensión al medio agroindustrial», analizó.
«Se trata de explicar que esta tecnología existe y es aplicable. Tenemos datos experimentales de Sudáfrica, EEUU, India y Brasil sobre estos procesos, pero no existen experiencias locales», apuntó Golato.
Los ensayos con el reactor
El equipo del LEMI puede procesar 30 kg por hora de biomasa, generando 72 metros cúbicos de gases por hora. Es un gas cuyo poder calorífico oscila entre 900 y 1.300 kilocalorías por metro cúbico. Es poco si se compara, por ejemplo, con el gas natural (9.600 kilocalorías por metro cúbico); de modo que si se quiere mantener un nivel energético similar para reemplazar el gas natural, no queda otro camino que aumentar el caudal de ese gas sintético.
Si bien el gas que se obtiene puede ser comprimido o envasado en un tanque pulmón, por cuestiones de seguridad se busca evitar la acumulación de ese gas que, aunque de bajo poder calorífico, es combustible. La idea es poner en marcha al gasificador-reactor sin limpieza de gases todavía, en marzo de 2014. «Nuestra función es determinar si la tecnología puede aplicarse en la industria azucarera de manera económica y eficiente», resaltó el profesional de la Eeaoc.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.