Un Almacén Temporal Individualizado (ATI) está pensado para almacenar el combustible usado por el reactor junto al que está situado hasta que esté operativo el Almacén Temporal Centralizado (ATC)… ¿O no? Porque si contamos las siete centrales operativas en España y a su vez los ATIs existentes más los que se van a construir, se pone en tela de juicio esa afirmación.
El pasado 9 de octubre se publicaba en el BOE la Resolución de 30 de septiembre de 2015, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto Almacén temporal individualizado de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). Esto quiere decir que aunque Garoña siga desconectada y probablemente termine con un cese definitivo por expiración de licencia, sus residuos radiactivos del pasado siguen ahí, y algo habrá que hacer con ellos.
“Es paradójico que cuando se construyó la central nuclear de Garoña, a finales de los años 60, en plena dictadura franquista, no se realizó ninguna declaración de impacto ambiental, básicamente porque no existía esa exigencia, y ahora para la construcción de un Almacén Temporal Individualizado sí”, explica a EnergyNews Carlos Bravo, consultor ambiental y ex responsable de la Campaña de Energía Nuclear de Greenpeace, “pero más paradójico resulta aún que se continúe con la idea de un Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas (Cuenca)”.
El experto recuerda, tal y como ya nos contó, “desde el punto de vista económico, la alternativa de los ATI sólo implican una inversión adicional 20 ó 25 millones de euros (M€) por cada almacén, ya que no se incurren en gastos de transporte o explotación. Sin embargo, el ATC supondría al menos unos costes de inversión de 700 M€, unos costes de explotación de 600 M€ y unos costes de transporte de 100 M€, por lo que el impacto económico total ascendería a 1.400 M€. Y eso sin incluir el elevado coste de las soluciones de ingeniería que habría que aplicar para tratar de resolver los problemas geológicos propios del emplazamiento de Villar de Cañas que ahora se conocen”.
ATIs en España
En la actualidad, hay 7 reactores nucleares operativos en nuestro país: Almaraz I y Almaraz II, Ascó I y Ascó II, Cofrentes, Trillo I y Vandellós II, y tres centrales que o bien están cerradas o en parada permanente, Garoña, Zorita y Vandellós I.
A su vez, hay cuatro Almacenes Temporales Individualizados junto a sus correspondientes centrales nucleares. “El primero que se construyó fue el de Trillo, después el de Zorita, que aunque la central esté cerrada sus residuos siguen allí, y después los de Ascó I y Ascó II”, confirma Carlos Bravo, “y ahora Garoña está cumpliendo con todos los trámites para construir el suyo, pero además, Almaraz y Cofrentes ya han solicitado los suyos. La única que no lo ha pedido todavía es Vandellós II”.
El caso de Vandellós es diferente, porque Vandellós I se ha transformado en un sarcófago desde que en 1989 se declarara un incendio en sus turbinas y podría utilizarse como cementerio nuclear para Vandellós II.
“Con esta situación ya no tiene sentido construir un Almacén Temporal Centralizado, mucho más peligroso porque supone el transporte radiactivo hasta el lugar de ubicación, tanto para los ciudadanos como para los propios trabajadores, porque Villar de Cañas es un punto geológico complicado y porque ya no se tiene que nucleanizar un sitio nuevo”, continúa Carlos Bravo.
Residuos radiactivos españoles en Francia
Francia almacena los residuos radiactivos que se llevaron de la ya cerrada central nuclear de Vandellós I en 1989 durante los primeros años de la década de los 90. Desde entonces, España paga un alquiler anual, que desde el año 2011 se volvió a renegociar y en la actualidad suponen al año 22 millones de euros. Esa cantidad era la estipulada por nuestro retraso en llevarnos los residuos, “pero ha sido por inoperancia del Gobierno, porque si hubiera habido voluntad, ya estarían aquí”, concluye Bravo.
De Tarragona salieron hacia Francia 68 cápsulas de residuos vitrificados de alta actividad, es decir, radiactivos durante miles de años, que ocupan un volumen de 12 metros cúbicos. Además, fueron transportados 664 metros cúbicos de residuos de media actividad, que en unas décadas reducirán su actividad a la mitad.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.