El pleno del Parlamento Europeo votó ayer los nuevos límites que tendrán que respetar los países comunitarios para 2030 con respecto a las emisiones de contaminantes clave como el óxido de nitrógeno, las partículas finas y el dióxido de azufre.
Los nuevos topes, que ya habían sido acordados informalmente con la presidencia holandesa del Consejo, afectan a cinco agentes contaminantes, cuyas emisiones tendrán que ser reducidas en un porcentaje específico con respecto a los niveles de 2005.
La nueva legislación, que fue respaldada por 499 eurodiputados, con 177 en contra y 28 abstenciones reitera el compromiso de la UE de identificar y reaccionar ante los fallos en la legislación comunitaria en lo relativo al control del origen de las emisiones, puestos de manifiesto con la discrepancia en la medición de emisiones de los coches diésel en laboratorio y en condiciones reales de conducción.
El documento aprobado no incluye el metano que el Consejo insistió en dejar fuera de la normativa, aunque la Comisión advirtió de que podría plantear modificaciones al respecto más adelante, explica el Parlamento en un comunicado.
Con los límites aprobados se logrará un “impacto enorme” porque entre 2020 y 2030 se mejorarán los resultados en un 50 por ciento y se evitará la muerte prematura de 200.000 personas cada año en Europa, señaló la eurodiputada conservadora británica Julie Girling, responsable de las negociaciones en la Eurocámara, cuando se votaron los objetivos en la comisión parlamentaria.
La limitación más ambiciosa, con una reducción del 79%, es la que se impone al dióxido de azufre (SO2) que se produce con la generación de calefacción y electricidad en hogares y que contribuye a la formación de micropartículas y a la lluvia ácida.
Contaminantes emitidos por vehículos y centrales eléctricas
En cuánto al óxido de nitrógeno (NOx), el objetivo de reducción es de un 63%
. Este contaminante es emitido principalmente por coches, camiones y centrales eléctricas y cuyos efectos se perciben sobre enfermedades respiratorias, formación de micropartículas, lluvia ácida, y eutrofización.
La quema de carbón o madera, el transporte por carretera así como las fábricas y centrales eléctricas emiten partículas menores de 2,5 micrómetros de diámetro que pueden causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer de pulmón. El Parlamento Europeo fija una reducción de estas micropartículas de un 49%.
También se establece la disminución en un 40% de la emisión de los compuestos orgánicos volátiles no metánicos (COVNM) que enmanan de revestimientos, pinturas, uso de disolventes y químicos, procesos de la industria alimentaria o tareas de impresión y participan en la formación de ozono “malo” que daña el sistema respiratorio.
El uso de fertilizantes y las granjas de ganado son las prinicipales fuentes de emisión del amoníaco (NH3) que se quiere reducir en un 19% ya que contribuye a la acidificación y eutrofización. Con respecto al
No hay que olvidar que cada año mueren alrededor de 400.000 personas de forma prematura en la UE a raíz de enfermedades causadas por la contaminación atmosférica. «Esta es una crisis urgente de salud pública”, señaló la eurodiputada conservadora británica Julie Girling, responsable de las negociaciones en la Eurocámara cuando se votaron los objetivos en la comisión parlamentaria.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.