La energía eólica y solar son actualmente las tecnologías de generación más baratas para producir electricidad en gran parte del mundo. De hecho, según el último informe de BloombergNEF, dentro de cinco años será más difícil operar una planta de energía de carbón o gas natural que llevar a cabo nuevas instalaciones de renovables.
El último informe de WindEurope pone de relieve el gran potencial de tracción económica de la eólica, apuntando que cada turbina es capaz de generar 10 millones de euros en actividad económica a su alrededor. Además, esta tecnología de generación de energía emplea actualmente a 300.000 personas en Europa, generando un gran beneficio socioeconómico.
La investigación, que muestra los motivos por los que las renovables están comenzando a despuntar en todos los mercados de energía, refleja los datos de la Agencia Internacional de Energía, que aseguran que la energía solar comienza a tomar el control como la forma más barata de producción de electricidad.
La rentabilidad de las renovables podría alcanzar un límite
Sin embargo, Sen Henbest, economista jefe de BloomberNEF apunta que las renovables tendrán un límite a su expansión. Esta barrera vendrá dada por una situación: habrá un momento en el que cada país alcance un punto de saturación en el que la tecnología ya no reduzca los costes de generación en comparación con la ejecución de la potencia térmica existente.
Estas limitaciones sugieren que las energías renovables no ganarán más del 70% y el 80% del mercado para la generación de electricidad, dependiendo de las condiciones locales. Incluso en Europa, que tiene algunas de las políticas más favorables para las energías renovables que desalientan los combustibles fósiles, es poco probable que la eólica y la energía solar superen el 80% de la oferta. Según Henbest, «ese nivel de penetración está muy lejos en casi todos los mercados que miramos. No vamos a alcanzar estos límites pronto y, por supuesto, también podremos superar estos límites».
Revolución verde en la industria naviera
Una de las industrias que más necesita una reconversión en cuanto a sus formas de propulsión es la industria naviera, en especial el negocio de transporte marítimo. No en vano, el 70% de las distancias recorridas por los buques de carga se realizan con petróleo como combustible.
Por ello, la consecuencia es que, a medida que las energías renovables toman cuota de mercado del petróleo, el gas y el carbón, las compañías navieras que hacen uso de estos combustibles tendrán que sumarse al cambio de manera progresiva.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.