El cambio climático no es lo que está llevando a algunas centrales eléctricas de carbón de Estados Unidos a cerrar. Los gastos de control de contaminación más estrictos en sus aguas residuales están siendo el principal factor motivador de esta situación.
Docenas de plantas en todo el país planean dejar de quemar carbón esta década para cumplir con las pautas federales de aguas residuales más estrictas, según los documentos regulatorios estatales, a medida que la industria continúa alejándose del combustible fósil.
Nueva norma de aguas residuales de Estados Unidos
La nueva regla de aguas residuales requiere que las centrales eléctricas limpien las cenizas de carbón y los metales pesados tóxicos como el mercurio, el arsénico y el selenio de las aguas residuales de las plantas antes de que se vierta en arroyos y ríos. Se espera que la regla afecte a 75 centrales eléctricas de carbón en todo el país, según la Agencia de Protección Ambiental.
Estas plantas tenían como fecha límite en octubre para decirle a sus reguladores estatales cómo planeaban cumplir, con opciones que incluían actualizar sus equipos de control de la contaminación o retirar sus unidades generadoras de carbón para 2028.
El impacto nacional de la regla de aguas residuales todavía se está desarrollando, pero al menos 26 plantas en 14 estados ya han confirmado que dejarán de quemar carbón, según el Sierra Club, que ha estado rastreando las presentaciones regulatorias estatales. Veintiuna de las plantas tienen la intención de cerrar, y cinco indicaron que podrían cambiar a gas natural, según informaciones del grupo ambientalista recogidas en Associated Press.
Las plantas que tienen la intención de cerrar incluyen dos de las centrales eléctricas de carbón más grandes de Pensilvania, Keystone y Conemaugh, en las afueras de Pittsburgh, que comunicaron que dejarán de usar carbón y retirarán todas sus unidades de generación para el 31 de diciembre de 2028.
Estas instalaciones abrieron hace más de 50 años y en conjunto emplean a unos 320 trabajadores a tiempo completo y 170 contratistas. Generan suficiente energía para cerca 1,5 millones de hogares, según los promedios de la industria para las plantas de carbón de su tamaño.
Además de Pensilvania, los estados con centrales eléctricas que planean dejar de usar carbón para 2028 son Arkansas, Georgia, Indiana, Louisiana, Maryland, Michigan, Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee, Texas y Virginia Occidental, según muestran los datos del Sierra Club.
Transición energética en Estados Unidos
El sector de la energía eléctrica ha pasado años haciendo la transición del carbón al gas natural más barato y de combustión más limpia y a las energías renovables como la eólica y la solar. A nivel nacional, alrededor del 30% de la capacidad de generación en las plantas de carbón se ha retirado desde 2010, según la Administración de Información de Energía. Se espera que el uso de carbón en las centrales eléctricas aumente más del 20% este año debido a los precios del gas natural marcadamente más altos, el primer aumento de este tipo desde 2014, pero la agencia de energía espera que esa tendencia sea temporal.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.