A partir de ahora las inversiones en eficiencia energética ya no computarán como déficit en las cuentas del Estado. Resolver este problema contable era un requisito previo para movilizar los recursos necesarios para alcanzar los ambiciosos objetivos fijados a nivel europeo. Estos objetivos fijan el 20% de eficiencia energética para 2020. De cara a 2030, el Parlamento Europeo ha propuesto un objetivo de un 40% de eficiencia energética
mientras que en los documentos de la Comisión Europea al principio se hablaba de un 27% y ahora ya de un 30% para esa fecha.
Según datos del Ministerio de Energía, tal y como se indicó en el Plan de acción de Eficiencia Energética 2017-2020 aprobado por CDGAE y enviado a Bruselas, España ha conseguido ahorros superiores al 20% ya en 2015 (consumo energía primaria de 117,1 Mtep) con respecto al escenario tendencial (consumo energía primaria de 162,8 Mtep), que se prevén mantener en el horizonte del año 2020. También se ha consumido más de un 20% menos de energía primaria en 2016 respecto al escenario tendencial pero los datos en ese año aún son provisionales, nos explican.
La eficiencia energética permite reducir el coste energético y la dependencia de las importaciones, al tiempo que crea empleos locales. Pero también requiere una inversión inicial significativa, particularmente en lo que se refiere a la renovación de edificios.
La Unión Europea ha cambiado las normas en la metodología de Eurostat aplicadas al tratamiento de los contratos de rendimiento energético para los distintos tipos de inversión pública, que consisten en financiar la inversión con los ahorros que se consiguen. Este tipo de contratos pueden ayudar al sector de la construcción a incrementar las inversiones necesarias en el contexto del creciente interés de los inversores privados y de la experiencia de su rápido desarrollo.
Hasta hoy existía una barrera para acometer estas inversiones en eficiencia energética desde el sector público porque obligaban a computar como déficit todo el coste de la inversión inicial, tanto del sector público como privado. A partir de ahora, se elimina el impacto como déficit de la inversión inicial bajo ciertas condiciones, lo que supondrá un impulso importante en el cumplimiento delos objetivos de energía y clima de la UE.
Inversiones en eficiencia energética
Para Javier García Breva, experto en Políticas Energéticas y presidente de N2E, a nivel de la administraciones públicas, la inversión en eficiencia energética ha estado bajo mínimos precisamente por esta norma. «Por fin se considera en Bruselas que el ahorro de energía tiene un valor económico positivo. Hasta ahora se consideraba como un gasto cuando es una inversión porque el ahorro no sólo se produce durante un mes o un año sino que se mantiene a lo largo de toda la vida útil del bien o servicio en cuestión. Es lo que se llama el óptimo de rentabilidad de la eficiencia energética», explica a EnergyNews.
[pullquote]»La mayor barrera para la eficiencia energética en nuestro país sigue siendo lo que se paga por el término fijo de potencia en el recibo de la luz», dice Javier García Breva[/pullquote]
Ahora bien, aunque es cierto que la medida adoptada por la Unión Europea elimina los obstáculos que encontraban los contratos de rendimiento energético, este experto señala que éste no es la única barrrera con que se topa la inversión en el sector en España.
A su juicio, la mayor barrera para la eficiencia energética en nuestro país sigue siendo lo que se paga por el término fijo de potencia en el recibo de la luz. «El anterior ministro, Soria, elevó el término de potencia en el recibo de la luz un cien por cien de media. Lo que quiere decir que en muchos recibos se paga más por la potencia contratada que por la consumida. Lo que hace que el esfuerzo en el ahorro apenas tenga relevancia en la factura«.
Así las cosas, para Javier García Breva «Bruselas ha hecho sus deberes pero ahora los tendría que hacer España. Si el Gobierno realmente quiere potenciar la eficiencia energética, ahora que hay esta regla contable que la valora como un valor económico tendría que rebajarse el término de potencia en el recibo de la luz para que en la realidad se puedan llevar a la práctica contratos de servicios energéticos.»
Para Breva existe otra barrera que este caso afecta a los Ayuntamientos y es que Hacienda impide que éstos inviertan su superávit presupuestario -que alcanza en conjunto aproximadamente 20.000 millones de euros-. Si pudieran gastarlo e invertirlo en eficiencia energética, sobre todo ahora, con este cambio en la metodología contable, sería muy positivo, indica.
Los esfuerzos para conseguirlo
El pasado mes de abril de 2017, los ministros de Energía de Francia, Italia,Portugal y España dirigieron una carta, por iniciativa de España, al presidente del Consejo de Energía de la UE donde ratificaban su compromiso para mejorar sustancialmente la eficiencia energética en consonancia con la Unión Europea.
Estos cuatro países señalaron la importancia de las inversiones en eficiencia energética, tanto pública como privada, para lograr estos objetivos. y la necesidad de revisar la legislación europea a tal fin.
En la legislatura pasada el presidente Rajoy ya lo planteó en un Consejo Europeo de Energía y Clima (octubre 2014). Este asunto también se ha tratado en la negociación del llamado «Paquete de Invierno» y en reiteradas reuniones en el Parlamento y en la Comisión Europea.
Desde el Ministerio de Energía han expresado su satisfacción con el cambio de metodología. Breva recuerda que España es uno de los países que se ha posicionado en contra de que haya un objetivo vinculante de eficiencia energética y que en 2012 votó en contra de la Directiva de Eficiencia Energética.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.