Cuando se empezaron a desarrollar las células solares de perovskita en 2009 sólo se logró una eficiencia del 3,8% pero en sólo 7 años ésta se ha disparado alcanzando más allá del 20% y acercándose cada vez más al nivel de la tecnología de silicio cristalino.
De hecho, un equipo de investigación de EPFL Neuchâtel, dirigido por Christophe Baliff, ha logrado un 25,2% de eficiencia con el desarrollo de una estructura que combina células de perovskita y células de heterojunción de silicio. También es posible diseñar una célula solar sólo con perovskita: en abril de 2016, el Instituto Coreano de Investigación de Tecnología Química y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan demostraron la mayor eficiencia para este tipo de células solares, alcanzando un 22,1% sobre un área de apertura de 0,04 cm2.
Asimismo, el pasado mes de octubre, una investigación conjunta de Stanford y Oxford dirigido por Michael McGehee y Henry Snaith demostró una eficiencia del 20,3% en pruebas de laboratorio para una célula solar de perovskita de doble capa.
Son datos difundidos por la organización de la EU PVSEC 2017 sobre paneles fotovoltaicos -que tendrá lugar en Amsterdam en septiembre del próximo año– que subraya en un comunicado que la velocidad de desarrollo de las eficiencias de células solares de perovskita es impresionante.
Tal y como explica, la perovskita es un compuesto estructurado hecho de un material híbrido orgánico-inorgánico a base de haluro de plomo o estaño que ofrece la ventaja de que se puede fabricar a bajas temperaturas y producir a bajo costo. Además, permiten métodos de aplicación sencillos, como la pulverización y la impresión.
Además, apunta que aunque se tienen que desarrollar más y que todavía tienen un tamaño muy pequeño no son sólo una tecnología de laboratorios sino que está en proceso de comercialización, por ejemplo, por Oxford Photovoltaics Ltd. (Oxford PV), con sede en el Reino Unido.
Pero la organización del EU PVSEC 2017 no deja tampoco de advertir que ninguna tecnología viene sin limitaciones y que en el caso de la perovskita es su estabilidad. Es decir, las células tienen una gran vulnerabilidad a elementos comunes de envejecimiento como luz, aire y humedad, a veces se han observado degradaciones del rendimiento sólo después de horas o días.
Sin embargo, también reseña que el grupo de investigación de McGehee y Snaith ha evaluado la estabilidad térmica de células de perovskita sometiéndolas a calentamiento durante 4 días a 100ºC bajo nitrógeno y no observó cambios en los espectros de absorción y, por lo tanto, en su estabilidad.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
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