Ladrillos de setas cultivados en cinco días o patatas residuales usadas como aislantes y absorbentes acústicos. Las ciudades podrían hacer frente al problema mundial del aumento de desperdicio y de agotamiento de recursos mediante el uso de residuos orgánicos -plátanos, patatas y maíz- como materiales de construcción sostenible.
A nivel mundial, la industria de la construcción es uno de los mayores usuarios de materias primas; solo en el Reino Unido, representa el 60 por ciento de todas las materias primas consumidas. La captura de flujos de residuos orgánicos de las ciudades y el campo podría proporcionar a la industria materiales de construcción sostenible de bajo costo y menos CO2, como ladrillos, aislamientos y paneles para tabiques, señala Arup, una firma independiente de especialistas en diseño, planficación, ingienería, consultores y técnicos que trabajan por la construcción sostenible.
Su informe The Urban Bio-Loop: Growing, Making and Regenerating contempla un sistema completamente circular en el que los residuos de la construcción vuelven al ciclo biológico al final de su vida útil devolviendo al suelo sus nutrientes. Parte de la idea de que el potencial para la bioeconomía es enorme: más de 40 millones de toneladas de residuos orgánicos desecados procedentes de la agricultura y la silvicultura se produjeron en Europa en 2014 y la cantidad crece cada año, afirma.
Además, un kilogramo de residuos incinerados para recuperación de energía tiene un valor de aproximadamente 0,85 euros, pero el mismo material utilizado para revestimiento de interiores podría venderse hasta por seis euros por kilogramo, señala.
Construcción sostenible
Además del desarrollo de materiales orgánicos alternativos, entre los que se incluyen los ladrillos de setas cultivados en cinco días y las patatas residuales usadas como aislantes y absorbentes acústicos, Arup ha creado el SolarLeaf. Se trata del primer sistema de fachada del mundo que cultiva microalgas para generar calor y biomasa. También ha ideado BioBuild, el primer panel autoportante de fachada hecho de materiales compuestos biológicos.
La innovación en los procesos de fabricación facilitan de manera significativa el desarrollo de estos materiales, como, por ejemplo, la impresión en 3D de los biopolímeros, cada vez más común. De esta manera, el informe destaca productos de materia orgánica que ya están disponibles:
– Cacahuetes: las cáscaras se utilizan para producir materiales de bajo coste, como tableros de partición que son resistentes a la humedad y retardantes de llama.
– Arroz: las cenizas de cáscara de arroz se pueden mezclar con cemento para reducir la necesidad de rellenos. El arroz también se puede usar como materia prima para la producción de tablas.
– Plátano: las frutas y las hojas de plátano se utilizan para fabricar textiles resistentes. Los plátanos contienen fibra de alta resistencia y tienen buena absorción acústica y durabilidad.
– Patata: la cáscara de las patatas se puede limpiar, prensar y secar para crear un material aislante repelente al agua, resistente al fuego y de bajo peso, y un absorbente acústico.
Guglielmo Carra, European Lead for Materials Consulting en Arup, explica que «como uno de los mayores usuarios de recursos del mundo, necesitamos alejarnos de nuestra mentalidad de tomar, usar y disponer. Ya existen sectores en los que hay productores que fabrican productos de construcción con bajo contenido de CO2 a partir de materiales orgánicos. Lo que necesitamos ahora es que la industria se junte para extender esta actividad y que sea habitual«.
«Un primer paso importante es trabajar con el gobierno para repensar los códigos y las regulaciones de la construcción y que consideren el desperdicio como un recurso, abriendo la oportunidad de reutilizarlo a escala industrial«, añade.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.