Una carta firmada por 11 ex jefes de política de la Unión Europea, dirigida al actual liderazgo del bloque, alerta del peligro de crear nuevas relaciones de dependencia con otros países exportadores de combustibles fósiles tras reemplazar el gas y el petróleo ruso.
Antes de que acabe el mes de mayo, la Comisión Europea revelará sus planes para cortar con la dependencia europea de la energía rusa. Las medidas se establecerán con el objetivo de acelerar la presencia de renovables en la generación de energía, reemplazando a la vez el gas y el petróleo ruso con suministros alternativos.
La carta, recogida por Reuters, se dirige a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y al jefe de política climática de la Unión Europea, Frans Timmermans. En ella, los firmantes señalan: «Diversificar la importación de combustibles solo servirá para mantener la dependencia energética de otros países, muchos de los cuales no respetan los valores de la Unión Europea».
Entre los firmantes del documento se encuentran la ex comisaria de clima de la UE, Connie Hedegaard, el ex comisario de la UE y director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, así como el ex primer ministro italiano, Romano Prodi, quien fue presidente de la Comisión Europea a principios de la década de 2000.
Cortar con el petróleo ruso y fomentar las renovables
Bruselas necesita un plan de emergencia para reducir de formas drástica el uso de combustibles fósiles en línea con los objetivos climáticos. La carta señala que se debe instar al ahorro de energía, fomentar la implementación masiva de parques eólicos y solares e incentivar a las empresas para que hagan uso de tecnologías bajas en carbono.
En este sentido, Kadri Simson, jefe de política energética de la UE, señalaba este martes: «Allí donde sea posible reemplazar el gas natural con renovables, especialmente en la generación de energía, debemos actuar».
La desconexión de los combustibles fósiles de Rusia no será un proceso fácil y podría tener consecuencias para Europa. No en vano, importamos de Rusia el 40% del gas y el 26% del petróleo que utilizamos en el transporte, la industria y la calefacción doméstica.
Otro de las peticiones que se formulan en la carta hace referencia a que los nuevos contratos de suministro de gas deberían tener limitaciones temporales para evitar el bloqueo de emisiones durante décadas. Del mismo modo, los signatarios creen que la Comisión debería retirar su propuesta de incluir las energías alimentadas con gas en el nuevo sistema de taxonomía de la UE para etiquetar las inversiones sostenibles.
Fuente: Reuters.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.
Es la ocasión y el momento adecuado para cambiar la mentalidad de los países importadores de energías fósiles y demostrarse a sí mismos que pueden cambiar el sistema y convertirse en exportadores de energía, utilizando los medios necesarios para transformar en electricidad la energía solar, eólica, onshore y offshore en hibridación con undimotriz y todo tipo de energías renovables.
Con mentalidad nueva, inversión en I+D+i y utilizando los medios y posibilidades de los que les ha dotado la naturaleza, dejarán para siempre de ser países dependientes e importadores de energía contaminante, a ser países exportadores de tecnología y energía limpia y no contaminante. Vale la pena intentarlo. Y como digo, es el momento y la ocasión adecuados.