El Parlamento Europeo y el Consejo alcanzaron el miércoles un acuerdo provisional para revisar el sistema de comercio de derechos de emisión de la UE para el período posterior a 2020 de cara a que Europa logre una parte importante de su compromiso en virtud del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40% para 2030.
Las principales mejoras acordadas por el Parlamento y el Consejo, según informa la Comisión, incluyen:
-Cambios significativos en el sistema con el fin de acelerar la reducción de emisiones y fortalecer la Reserva de Estabilidad del Mercado para acelerar la reducción del exceso de oferta actual de derechos de emisión en el mercado de carbono;
-Salvaguardas adicionales para proporcionar a la industria europea protección adicional, si es necesario, contra el riesgo de fuga de carbono;
-Varios mecanismos de apoyo para ayudar a la industria y los sectores de energía a enfrentar los desafíos de innovación e inversión de la transición a una economía baja en carbono.
Tras el acuerdo político (una negociación «tripartita» entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión), el texto deberá ser formalmente aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo. Una vez respaldados por ambos colegisladores, la Directiva revisada de la UE sobre el RCDE se publicará en el Diario Oficial de la Unión y entrará en vigor 20 días después de su publicación.
El día anterior al acuerdo el think tank Sandbag junto a otras nueve organizaciones de la sociedad civil (WWF, Carbon Market Watch, CEE Bankwatch Network, Center for Transport and Energy, Change Partnership, Climate Action Network Europe, EfdeN Romania, Young European Federalists y 11.11.11) difundieron una carta abierta para pedir a la UE que deje de permitir que estos fondos subsidien plantas de carbón y que garanticen un precio significativo del carbono que impulse la descarbonización.
Comercio de derechos de emisión
En esta carta las citadas organizaciones se congratulan de que tanto el Parlamento Europeo como siete Estados miembros -Dinamarca, Francia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia y Gran Bretaña hayan pedido que se ponga fin a este «mal uso» de los fondos.
Recuerdan también que para mantener el aumento medio de la temperatura del planeta por debajo de los 2ºC como se fijó en el Acuerdo de París, la Agencia Internacional de Energía (AIE) ha dicho que en el 2030 el carbón tiene que estar reducido a cero en 2030, lo que significa que el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE) ya no debe financiar esta tecnología «obsoleta y contaminante» y que en su lugar tiene que acelerar una transición socialmente justa.
Una vez conocido el acuerdo Sandbag lamenta que el diálogo entre los tres órganos europeos no haya logrado, a su juicio, restaurar el ETS como la principal política climática de Europa. Tal y como explica, las reducciones de emisiones dependerán ahora de otras políticas de la UE y de los Estados miembros como esfuerzos directos para eliminar gradualmente el carbón, aumentar el crecimiento de las energías renovables o apoyar la innovación industrial.
«Si las emisiones de la UE siguen cayendo a la tasa promedio histórica, la reforma aún deja un superávit de 2 mil millones de toneladas de CO2 disponibles para el mercado de carbono en 2030, que es más alto que el excedente actual. Es improbable que este superávit entregue un precio de carbono lo suficientemente alto como para poder impulsar la generación de electricidad sin carbón«, explican desde este think tank.
La organización acoge con satisfacción lo que parece que es una exclusión del ETS de los combustibles de alta intensidad de carbono como el carbón. Sin embargo, recuerda que ahora los Estados miembros y la Comisión deben asumir la responsabilidad de garantizar que, de hecho, ningún fondo ETS pueda utilizarse para financiar la generación con carbón.
Además, dice que el Artículo 10c es demasiado ambiguo. Dice:
«no contribuir o mejorar la viabilidad financiera de la generación de electricidad que genere una alta intensidad de emisiones ni tampoco aumentar la dependencia de los combustibles fósiles intensivos en emisiones».
Para Sandbag, «la energía europea debe estar libre de carbón para 2030: no hay lugar para la confusión«. Además, señala que al no apuntar a la asignación gratuita a los sectores de la industria con mayor riesgo de fuga de carbono, la reforma pierde la oportunidad de dedicar más ingresos por subasta a apoyar la innovación baja en carbono. La industria actual recibirá poca estimulación de precios para ir más allá de las mejores tecnologías y materiales disponibles en la actualidad.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.