El nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) advierte de que la transición energética mundial se desvía de su camino debido a los efectos de las crisis mundiales.
Según el organismo, una transición energética exitosa exige medidas audaces y transformadoras que reflejen la urgencia de la situación actual. La inversión y las políticas integrales en todo el mundo y en todos los sectores deben hacer crecer las energías renovables e instigar los cambios estructurales necesarios para la transición energética predominantemente basada en las energías renovables.
El ritmo de la transición energética
El informe muestra como la escala y el alcance de la transición energética están muy por debajo de la trayectoria de 1,5 ºC.
Los progresos más significativos se han logrado en el sector eléctrico, donde las energías renovables suponen el 40% de la generación de energía a nivel mundial, contribuyendo a un 83% de las adiciones de energía mundiales en 2022.
Sin embargo, para cumplir el objetivo de 1,5ºC, los niveles de despliegue de renovables han de crecer desde los actuales 3.000 GW hasta más de 10.000 GW en 2030, con una media de 1.000 GW anuales. Actualmente, alrededor del 41% de la inversión prevista para 2050 sigue estando destinada a los combustibles fósiles.
Por regiones, China, la Unión Europea y Estados Unidos representaron el 66% de toda la nueva potencia instalada en 2022, lo que produce una brecha con los demás países en desarrollo. Como ejemplo, en 2022, el 85% de la inversión mundial en energía renovable benefició a menos del 50% de la población mundial. África representó solo el uno por ciento de la capacidad adicional en 2022.
El Director General de IRENA, Francesco La Camera, señala: «El énfasis debe pasar de la oferta a la demanda, hacia la superación de los obstáculos estructurales que impiden el progreso. La vista previa de IRENA describe tres pilares prioritarios de la transición energética, la infraestructura física, los facilitadores de políticas y regulaciones y la fuerza laboral bien cualificada, que requieren una inversión significativa y nuevas formas de cooperación en las que todos los actores puedan participar en la transición y desempeñar un papel óptimo «.
La inversión global debe quintuplicarse
Aunque la inversión global en tecnologías de transición energética alcanzó un nuevo récord de 1,3 mil millones de dólares estadounidenses en 2022, las inversiones anuales deben quintuplicarse hasta alcanzar los 5 mil millones.
Además, para 2030, las inversiones acumuladas deben ascender a 44 mil millones de dólares.
Una de las cuestiones que el informe quiere subrayar es que cada nueva decisión de inversión ha de ser evaluada cuidadosamente. ¿Los motivos? Impulsar la transición de forma simultánea y reducir el riesgo de activos bloqueados.
Además, se requiere la intervención del sector público para canalizar las inversiones hacia los países de una manera más equitativa.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.