El director general de la que será la primera central nuclear de Bielorrusia ha anunciado un aplazamiento de su puesta en marcha para garantizar que se lleva a cabo con seguridad.
En Bielorrusia llevan años trabajando en la que será su primera central nuclear. Los trabajos comenzaron en 2011 y la hoja de ruta marcaba el próximo mes de noviembre como fecha en que la planta comenzaría a funcionar.
No será así. El director general de la primera central nuclear de Bielorrusia, Mijaíl Filimónov, ha anunciado que no será hasta enero de 2020 cuando los reactores comiencen su actividad. «La puesta en marcha física se espera en enero próximo, y más adelante se llevarán a cabo otras operaciones, como su conexión a la red», ha explicado en declaraciones a Belta, la agencia oficial bielorrusa.
«Lo primero es la seguridad y no podemos saltarnos etapas para satisfacer determinadas expectativas»
Los planes iniciales apuntaban que el primer bloque generador de la planta entraría en funcionamiento en noviembre de este año y que, después, se seguirían llevando a cabo actuaciones de mejora y ampliación.
La obra está completada a un 97%
«No queremos poner en marcha la central a cualquier precio. Lo primero es la seguridad y no podemos saltarnos etapas para satisfacer determinadas expectativas. Para nosotros, lo importante es la seguridad», ha explicado el director del departamento bielorruso de Energía Nuclear, Vasili Poliujovich.
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Por eso, aunque el director de la planta ha apuntado a enero de 2020 como la fecha de la puesta en marcha de la central puede que haya más retrasos ya que desde el departamento de Energía Nuclear matizan que el arranque de los reactores «dependerá de los suministros de combustible nuclear y de los plazos de descarga en la planta».
La primera central nuclear de Bielorrusia
La planta nuclear de Bielorrusia lleva en construcción desde 2011. Con un coste inicial estimado de 9.000 millones de dólares que se financian con un crédito ruso de 10.000 millones de dólares.
El proyecto incluye la construcción de tres bloques generadores e infraestructuras de apoyo. Se desarrolla en la región de Ostravianskoye, en el norte del país, casi en la frontera con Polonia y Lituania.
Ya en tiempos soviéticos, en la década de 1960, se estudiaron planes para construir una central nuclear en Bielorrusia, pero fueron desestimados en favor de la planta de Ignalina, erigida en Lituania y que dejó de operar en 2009.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.