La planta fotovoltaica Francisco Pizarro, ubicada en Cáceres, Extremadura, se distingue por su capacidad para generar 553 MW de energía limpia. Además, también sobresale por su impacto positivo en la economía local y en el medio natural.
Esta inversión, que superó los 300 millones de euros, proporciona energía suficiente para más de 330.000 hogares al año. Igualmente, ha sido un motor de empleo en la zona, con más de 1.500 trabajadores, de los cuales el 60% son de la provincia, contribuyendo al desarrollo socioeconómico de Cáceres.
Planta fotovoltaica con impacto local y medioambiental
La planta fotovoltaica Francisco Pizarro es el mayor proyecto solar no sólo de Europa, también a nivel mundial para la empresa Iberdrola. Ubicada entre Aldeacentenera y Torrecilla de la Tiesa, esta gigantesca instalación cubre una extensión de 1.300 hectáreas, integrándose de manera sostenible en su entorno. Además de ser una fuente importante de energía renovable, ha impulsado el empleo local y fomentado la coexistencia entre las energías limpias y el cuidado de la biodiversidad.
Uno de los logros más notables de esta planta es su enfoque en la conservación de especies. En colaboración con la Sociedad Española de Ornitología (SEO), Iberdrola ha desarrollado un programa de protección para las aves esteparias, como el sisón común.
Este compromiso medioambiental ha llevado a realizar ajustes en el diseño de la planta para minimizar su impacto en las zonas de campeo de estas aves. Por otra parte, se han desarrollado medidas adicionales, como la creación de un centro de cría controlada de conejos y la instalación de cajas nido, mejorando así los hábitats forestales locales.
Energía renovable en armonía con la naturaleza
La planta fotovoltaica Francisco Pizarro es todo un referente en capacidad energética y en sostenibilidad. La integración de la planta con la actividad ganadera local ha sido un aspecto fundamental para mantener el equilibrio entre el desarrollo industrial y la preservación del entorno natural. Los terrenos que ocupan los paneles solares se utilizan como pasto para el ganado ovino. De sta manera, queda demostrado que la producción de energía limpia puede coexistir con la agricultura tradicional y la biodiversidad.
Iberdrola registra máximos históricos en la generación de energía renovable
Este enfoque de convivencia no es exclusivo de Francisco Pizarro. Otros proyectos fotovoltaicos en Cáceres también han demostrado ser ejemplos de armonía entre la tecnología y la naturaleza. El parque solar de Ceclavín ha sido identificado como un hábitat ideal para el topillo de la cabrera. Se trata de una especie en peligro de extinción que ha encontrado refugio en sus instalaciones. De manera similar, la planta de Campo Arañuelo III en Romangordo ha sido clasificada como un espacio idóneo para la fauna silvestre, acogiendo a una gran variedad de mamíferos y aves.
La planta solar Francisco Pizarro es una muestra de cómo el desarrollo energético puede estar en consonancia con la conservación del medio ambiente. También es una forma de abrir camino hacia un futuro más sostenible y equilibrado.