La intensidad mínima requerida para que el cerebro segregue serotonina, la hormona de la actividad, varía entre 800 a 1.000 lux, y la iluminación LED no sólo lo consigue sino que además es rentable y de calidad. Por otro lado, hay un fuerte ahorro energético ya que son necesarios menos puntos de luz, consumen menos y no emiten calor.
La iluminación en el lugar de trabajo es uno de los elementos de mayor consumo energético. Conseguir ahorros significativos es imprescindible para las empresas actualmente por lo que el LED se está convirtiendo en la alternativa más rentable. Pero ese no es el único factor relevante a la hora de plantear un cambio. Está demostrado que la calidad de la luz influye en la productividad de los trabajadores y evita problemas de salud a largo plazo.
La mala iluminación en el puesto de trabajo es debida tanto a la insuficiente calidad de la luz como a la cantidad inadecuada. Estas deficiencias suelen acarrear fatiga, estrés y, a la larga, pueden producir problemas físicos debidos a los sobreesfuerzos visuales a los que los empleados se ven sometidos ante un entorno con luz escasa. Así, el mejor rendimiento en las oficinas está estrechamente ligado a la creación de un ambiente lumínico óptimo, es decir, uniforme, sin escasez pero también evitando el exceso y los deslumbramientos.
Se ha demostrado que oficinas confortables y, a la vez, eficientes energéticamente, trae como consecuencia un aumento de la productividad, mejora del ambiente laboral y reducción de gastos en electricidad y mantenimiento.
No emiten calor
Los LED no emiten calor por lo que se reducen la necesidades de aire acondicionado y su larga vida útil (50.0000 horas) implica un menor gasto en mantenimiento. Se ha comprobado que el ahorro energético en oficinas con este tipo de iluminación supone entre un 26% y un 56%. En el caso concreto de la agencia de viajes británica Thomas Cook que apostó por la incorporación de la iluminación LED en todas sus oficinas, actualmente los costes de mantenimiento están eliminados por completo.
Luz sin parpadeos
Los LED proporcionan una luz sin parpadeos, lo que daña menos los ojos que otras iluminaciones artificiales. Aparte de generar una excelente calidad lumínica no generan luz infrarroja ni ultravioleta. Se puede apostar por este tipo de iluminación para trabajar con el máximo confort, o para tener una iluminación uniforme con paneles empotrables LED o también, mejorar la estética general de su espacio.
Las luminarias LED son absolutamente flexibles, permitiendo desarrollar diseños con cualquier forma y tamaño. Por ejemplo, la luminaria LED LuminationTM está especialmente diseñada para su colocación en techos tipo ARMSTRONG (desmontables), lo que facilita enormemente el reemplazo sin grandes obras. Las luminarias están pensadas para oficinas con líneas arquitectónicas finas y sobrias, que se adaptan a cualquier espacio.
La iluminación LED se amortiza rápidamente, en algunos casos en menos de 3 años. Esto es debido al ahorro energético, a su bajo mantenimiento y porque la eficacia de la instalación lumínica tiene siempre un reflejo inmediato en la productividad y en el clima laboral.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.