La Agencia Internacional de la Energía ha presentado los resultados de su informe Global Hydrogen Review 2021. Recoge cómo el hidrógeno bajo en carbono puede ser un gran impulso para la descarbonización, pero necesita mayor apoyo gubernamental
Los países con estrategias de hidrógeno han comprometido al menos USD 37 mil millones para el desarrollo y despliegue de tecnologías de hidrógeno, y el sector privado ha anunciado una inversión adicional de USD 300 mil millones. Pero poner al sector del hidrógeno en un camino consistente con cero emisiones netas globales para 2050 requiere una inversión de 1200 mil millones de dólares de aquí a 2030, estima la AIE. El hidrógeno es ligero, almacenable y denso en energía, y su uso como combustible no produce emisiones directas de contaminantes o gases de efecto invernadero. El principal obstáculo para el uso extensivo de hidrógeno con bajo contenido de carbono es el coste de producción. Requiere grandes cantidades de electricidad; o el uso de tecnologías de captura de carbono si se produce a partir de combustibles fósiles. Casi todo el hidrógeno producido en la actualidad proviene de combustibles fósiles sin captura de carbono, lo que genera cerca de 900 millones de toneladas de emisiones de CO2, equivalentes a las emisiones de CO2 combinadas del Reino Unido e Indonesia. «Se necesitan inversiones y políticas enfocadas para cerrar la brecha de precios entre el hidrógeno con bajo contenido de carbono y el hidrógeno con alto contenido de emisiones producido a partir de combustibles fósiles», prosigue el informe. Dependiendo de los precios del gas natural y la electricidad renovable, producir hidrógeno a partir de energías renovables puede costar entre 2 y 7 veces más que producirlo a partir de gas natural sin captura de carbono. La Revisión Global del Hidrógeno que firma la IAE presenta una serie de recomendaciones para acciones a corto plazo más allá de la simple movilización de inversiones en investigación, producción e infraestructura. Destaca que los gobiernos podrían estimular la demanda y reducir las diferencias de precios mediante la fijación de precios del carbono, los mandatos, las cuotas y los requisitos de hidrógeno en la contratación pública. «Además, se necesita cooperación internacional para establecer estándares y regulaciones, y para crear mercados globales de hidrógeno que podrían estimular la demanda en países con potencial limitado para producir hidrógeno bajo en carbono y crear oportunidades de exportación para países con grandes suministros de energía renovable o gran potencial de almacenamiento de CO2», sentencian. Hidrógeno bajo en carbono
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.
Me parece muy correcto el comentario en general. Querría sin embargo añadir, que siempre que se habla del Hidrógeno verde, se refiere únicamente al Hidrógeno obtenido por electrolisis y por tanto, nos metemos en directo con las energías renovables, con el mayor coste que ello supone.
Olvidamos tratar la Biomasa de la que España es muy importante. Apenas pinta un 1,3 % del potencial energético.
Francia, con menor Biomasa que nosotros y con 57 centrales nucleares, trabaja el 11 % de biomasa.
Para el que no esté familiarizado, de la Biomasa > Biogas > Biometano > Hidrógeno, nuestro objetivo.
Este Hidrógeno al final de este ciclo, es neutro en aportación de CO2. Además, el tratamiento de la biomasa elimina emanaciones a la atmóisfera y hoy ya se puede pasar directamente del Biogas al H2 sin pasar por Biometano.