Jorge Morales, experto en el sector energético, asegura que «la tecnología solar fotovoltaica sin ayudas hoy es competitiva en casi toda Europa. En 6 años lo será incluso con baterías. Esta situación podría afectar a las eléctricas en Europa y EEUU hasta el punto de que los consumidores se desconecten de la red». Pero no lo dice él, se apoya en un informe de Morgan Stanley.
Hay que hacerse cuatro grandes preguntas para entender por qué España no está apostando por el desarrollo de las renovables, y en concreto por la fotovoltaica, en estos momentos. Son las cuestiones que Jorge Morales, experto en energía, expone para descifrar el sistema eléctrico español:
– ¿Por qué no se publica en España lo que cobra cada tecnología, salvo renovables y cogeneración?
– ¿Por qué en España no se construyen renovables desde la moratoria a los incentivos aprobada en 2012?
– ¿Por qué en España no se sustituyen centrales de generación existentes por renovables?
– Y por último, ¿es razonable que la eólica cobre en función del gas?
La fotovoltaica, el futuro
Los paneles solares fotovoltaicos representan la tecnología de energía renovable con crecimiento más rápido en el mundo desde la década de 2000. La capacidad instalada mundial ha estallado desde los 1,5 Gigawatios (GW) que había en esos años a los 136 GW actuales, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Y a eso hay que sumar que el precio de los paneles solares se ha abaratado un 80% desde 2008.
Eso en el sistema eléctrico, pero es que la consultora internacional UBS, en agosto de 2014, publicó en su informe “Global Utilities, Autos & Chemicals Will solar, batteries and electric cars re-shape the electricity system?” que “los sistemas solares y las baterías son tecnologías disyuntivas para el sector eléctrico. Antes de 2020, la inversión en fotovoltaica + baterías + vehículo eléctrico se amortizará mediante ahorros, sin necesidad de apoyos, antes de 8 años. Los, al menos, 12 años restantes de vida útil proporcionarán energía gratis”.
Con todo ello, Jorge Morales puede asegurar que “las nuevas renovables se construirán, en primer lugar, porque son la tecnología más barata y en segundo lugar, porque se valorará el arrollador balance de externalidades.”
Objetivos 20+20+20
Además, continúa Morales, “están los objetivos UE 2020: un 20% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto de niveles de 1990 (vinculante y particularizado para cada estado miembro: para España es el 20%), un 20% de renovables sobre la demanda de energía final (vinculante y particularizado para cada estado miembro: para España es el 20%) y un 20% de mejora en la eficiencia energética renovable sobre la demanda de energía final respecto de las previsiones (indicativo para cada estado miembro: para España es el 25%).
Los objetivos intermedios de los primeros años se han cumplido (de hecho, ya se cumplían cuando se pactaron en 2008: se vive de la «herencia»); pero son necesarias más renovables a partir de 2017. Por eso, se espera alcanzar en torno a un 13% en España en 2020 (máximo 17% con nuevas políticas) y un 15% en la UE (máximo un 17%).
Y asegura que «no se construyen más renovables, hay sobrecapacidad». De hecho, “en el momento de máxima demanda, tenemos un 40% más de potencia firme disponible”, es decir, que llegando al máximo de consumo eléctrico, sobraría más de la mitad de la producción de las centrales eléctricas existentes.
Opciones retributivas para renovables
Para entender por qué no sustituimos centrales de generación existentes, es crucial responder en los sistemas retributivos disponibles, según Morales.
Existen tres opciones que son competir directamente en el mercado con las fósiles, acogerse al nuevo sistema de retribución específica creado en 2013 por el Gobierno (por el momento, solo fuera de la península) y apostar por el autoconsumo.
– Competir en el pool
En el primer supuesto, Morales explica que “todas las centrales (pool) ofertan la energía que tienen previsto producir para cada hora del año. Todos los compradores hacen lo mismo. El operador del mercado las acumula y calcula el punto de corte para cada hora (casación). El precio de corte es el que cobra y paga toda la energía casada. Mínimo 0 €/MWh y máximo 180 €/MWh.”
Hasta ahí todo responde a un sistema marginalista, pero ¿es razonable? Según Morales, la teoría económica respondería que sí pero bajo dos condiciones: competencia perfecta y costes variables elevados, (todo lo que supere el precio del mercado contribuirá a resarcir los costes fijos). Más del 30% de la energía (renovable) tiene costes variables prácticamente nulos, porque su combustible es gratis y sus costes de operación y mantenimiento son esencialmente fijos.
Por esta razón la estabilidad regulatoria es crucial para su desarrollo (una vez realizada la inversión queda prácticamente determinados todos los costes). Las medidas retroactivas hunden su línea de flotación. En mercados marginalistas, ofertan a precio cero porque no tiene sentido dejar de producir si hay recurso, son precio-aceptantes, y posteriormente cobran un complemento en función de sus sistemas retributivos, primas o similares.
Sin embargo, no es aplicable al sistema eléctrico español porque es una competencia imperfecta al haber una alta concentración en 3 empresas y porque las ventajas competitivas son inigualables para los agentes preexistentes (40% de potencia construida bajo régimen regulado, con garantía de retorno de inversión, completamente amortizada).
– Nuevo sistema de retribución específica creado en 2013 por el Gobierno (por el momento, solo fuera de la península).
En el segundo, Morales habla de un mal punto de partido porque ha habido “una enorme inseguridad jurídica debido a los cambios retroactivos que se vienen aplicando en los últimos cuatro años, más cuando la nueva normativa establece expresamente la revisión del concepto de rentabilidad razonable cada seis años. Por el momento, solo en islas, Ceuta y Melilla y solo eólica y fotovoltaica pero hay un elevado riesgo de perder la retribución si no se comienza a verter energía (dependiente de terceros) en un plazo máximo de 12 a 36 meses, según los casos.”
– Autoconsumo
Si se apuesta por la autodistribución, Jorge Morales opina que tiene en contra una “complejísima tramitación administrativa (en ocasiones más cara que la propia instalación), la amenaza de impuesto al sol como compensación a otras centrales por suministrar energía «cuando no hay sol», sanciones desproporcionadas (hasta 60 millones de euros) por incumplir la normativa administrativa de registro de instalaciones, imposibilidad de utilizar baterías entre la generación y la frontera con la red e imposibilidad de intercambios remunerados de energía con la red y sobre todo, clarísima tendencia a aumentar fuertemente el peso del término fijo en la factura eléctrica.”
En definitiva, Jorge Morales concluye que “no estamos ante un problema de financiación, sino de modelo: sustituir generación pretendiendo mantener los ingresos de las centrales obsoletas no es posible. Las renovables están preparadas para sustituir gradualmente a los fósiles. Es hora de hacerlo bien, tenemos mucho trabajo por delante.”
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.