La responsable de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) considera desacertada la decisión del Parlamento Europeo de que sean los países quienes decidan si explorar o no sus recursos de gas no convencional a través de una técnica conocida como ‘fracking’ o fractura hidráulica. «Las legislaciones nacionales no traspasan fronteras pero los impactos del ‘fracking’ sí», explica Jacqueline McGlade, para sostener que este tipo de extracción debe ser regulada por la Unión Europea.
Las declaraciones de MacGlade son fruto de una entrevista realizada por la Agencia EFE en la que explica que, aunque los países europeos regulen a nivel nacional la extracción de gas no convencional mediante esa técnica, su impacto potencial puede afectar a los recursos naturales y a los ciudadanos de otros países y cita como caso la posible contaminación de los acuíferos. «Necesitamos una norma europea que asegure que eso no va a ocurrir», recalca la científica británica, directora de AEMA, a lo que añade que “la extracción de gas no convencional a través de la fractura hidráulica en Europa es mucho menos viable económicamente de lo que cree la gente y requiere una enorme inversión, que sólo sería rentable si hubiera grandes recursos».
De la entrevista se extrae el firme convencimiento de Jacqueline McGlade de que, frente al gas no convencional, el futuro energético de Europa pasa por las renovables, cuya industria «seguirá atrayendo inversiones y creciendo de tal manera, que llegará un momento en el que veamos la clara viabilidad de los diferentes tipos de energías renovables y quienes ahora las cuestionan dejarán de hacerlo», asegura. Además, considera que «las ventajas de las renovables desde todos los puntos de vista, sobre todo desde el económico, superan con creces a las del gas no convencional».
Por otro lado, actualmente la Directiva de Calidad del aire está en proceso de revisión. Esta Directiva marco establece los principios básicos de una estrategia común, dirigida a definir y fijar objetivos de calidad del aire a fin de evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente, evaluar la calidad del aire ambiente en los Estados miembros e informar al público, entre otras cosas, mediante umbrales de alerta, así como aumentar la calidad del aire cuando no sea satisfactoria. En este sentido, McGlade considera que la norma debe incorporar todos los hallazgos que ha hecho la ciencia en los últimos diez años sobre los graves impactos de la contaminación atmosférica en la salud humana y en los ecosistemas. «La nueva directiva debe introducir objetivos de calidad del aire más ambiciosos, e informar más y mejor a los ciudadanos de la contaminación atmosférica en sus ciudades y de las consecuencias de esa contaminación”. Esa información, explica la directora de AEMA, debería llegar a diario de la misma forma que llega el parte meteorológico».
En esa línea, la portavoz de la Agencia Europea del Medio Ambiente dice que en la revisión de la directiva habría que ser más «estrictos» con las instalaciones industriales, ya que son las principales responsables «de uno de los problemas más importantes de Europa desde el punto de vista económico y de la salud: la contaminación del aire». Ya en 2009, un estudio de esta misma Agencia (el informe “Revealing the costs of air pollution from industrial facilities in Europe”) revelaba que, además de los efectos en la salud y el medio, la contaminación atmosférica procedente de los 10.000 complejos contaminantes más grandes de Europa les costó a los ciudadanos europeos entre 102.000 y 169.000 millones de euros en ese mismo año.
Suele decirse que todas las crisis traen oportunidades. Desde un punto de vista energético, habría que abordar la actual dando un giro hacia las energías renovables. A pesar de la situación económica, cree Jacqueline McGlade que ésta “nos está haciendo cada vez más conscientes del valor de nuestros recursos naturales y la conciencia ambiental en Europa se ha reforzado».
Sobre el ‘fracking’
Diversos estudios científicos y grupos ambientalistas destacan las consecuencias negativas del ‘fracking’ sobre la salud y el medio ambiente. Además de las posibles consecuencias negativas sobre el entorno o la salud, se cuestiona la necesidad en sí misma de esta práctica.
El ‘fracking’ está llegando a España sin que las administraciones informen claramente de los permisos que están concediendo y sin que la población sea consciente de los riesgos que supone esta técnica. En este documental se explica con precisión qué es el ‘fracking’ y sus consecuencias, mencionando algunas propuestas de este tipo en España.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.