En 2010, la Comisión Europea elaboró un plan de acción a 10 años para incentivar el sector de la energía termosolar. Era el programa Horizonte 2020, que pretende obtener un 20% de su energía con renovables para esa fecha. Uno de los principales puntos de la hoja de ruta era “mejorar la eficiencia de los sistemas reduciendo los costes de generación, operación y mantenimiento”.
Ese Horizonte 2020 ha sido determinante para dar lugar a la empresa Reflexis un nuevo tipo de reflector desarrollado por compañía andaluza Nematia Ingeniería que podría reducir los costes instalación de los paneles y aumentar considerablemente la eficiencia de las centrales termosolares de concentración.
Un espejo de plástico
La novedad de este reflector, que ha sido seleccionado por el Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol en su segunda convocatoria, se basa en el propio material empleado para el espejo. En lugar del vidrio convencional, los de Reflexis se construyen con plástico. Esta nueva receta permite “un aprovechamiento más eficiente de la radiación solar”, según explica el gerente de la compañía, Alejandro Donaire.
El aumento de la eficiencia se consigue gracias a las diferentes características ópticas que presenta cada material. Los espejos termoplásticos de Reflexis logran un mayor aprovechamiento de la radiación, pues su estructura reduce la desviación de los rayos solares. Así, es posible calentar un mayor volumen de aceite térmico, lo que mejora el rendimiento operacional de la central.
Otra de las ventajas de estos nuevos espejos es que al ser de plástico resultan menos sensibles a las agresiones causadas por agentes atmosféricos, que también reducen la eficiencia en la captación de radiación solar. Además, Donaire añade que su estructura plástica los hace “más ligeros”. El emprendedor explica: “La disminución del peso de los espejos, también facilita su traslado e instalación”, lo que en última instancia reduciría los costes asociados a estos procesos.
Reflectores reutilizables
El nuevo reflector plástico no sólo mejoraría la eficiencia de los actuales espejos y reduciría sus costes de instalación, ya que también puede ser ventajoso en términos de mantenimiento. Donarie explica: “Si se deteriora y pierde reflexión por el paso del tiempo, se podría reutilizar mediante una serie de operaciones en fábrica que facilitarían disponer del espejo en muy poco tiempo sin necesidad de fabricar uno nuevo”. De este modo, se aceleraría el tiempo de reposición y se disminuiría el gasto. Además, el sistema “mejora la capacidad de suministro al conseguir ritmos de fabricación más altos”, añade.
Sobre los siguientes pasos del proyecto, Donaire afirma: “Si demostramos la viabilidad del reflector, ya existen compradores esperando”, e incide en la gran demanda que se producirá en los próximos años en este sector. En este sentido, considera: “No podemos olvidar que se trata de centrales que, gracias al almacenamiento térmico, ya permiten generar electricidad 24 horas del día, sin luz solar”.
Actualmente, Reflexis está en proceso de incubación del Fondo de Emprendedores Fundación Repsol y amparado por una patente. El objetivo de la compañía es conseguir que este tipo de instalaciones y la generación eléctrica termosolar se abaraten “hasta poder ser competitivas frente a otras fuentes tradicionales, de modo que sea rentable su instalación sin primas ni subsidios”, concluye Donaire.
Fuente: MIT Technology Review – Teresa Alameda
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.