Según un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) las ventas mundiales de bombas de calor se dispararán a niveles récord en los próximos años a medida que la crisis energética mundial acelere su adopción.
La calefacción de la mayoría de los edificios en todo el mundo, como hogares, oficinas, escuelas y fábricas, todavía depende de los combustibles fósiles, particularmente del gas natural. Las bombas de calor son una solución muy eficiente y respetuosa con el clima, que ayuda a los consumidores a ahorrar dinero en las facturas y permite a los países reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, según el informe especial de la IEA The Future of Heat Pumps, la primera perspectiva global integral sobre el tema.
Crecimiento del mercado de bombas de calor
El mercado de bombas de calor ha estado creciendo fuertemente en los últimos años, debido a la caída de los costes y los fuertes incentivos. Las ventas mundiales de bombas de calor aumentaron casi un 15% en 2021, el doble del promedio de la última década, lideradas por la Unión Europea, donde aumentaron alrededor del 35%. Las ventas en 2022 alcanzarán niveles récord en respuesta a la crisis energética mundial, especialmente en Europa.
Las ventas anuales de bombas de calor en la Unión Europea podrían aumentar a 7 millones para 2030, frente a los 2 millones en 2021, si los gobiernos logran alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones y seguridad energética. La calefacción de edificios representa un tercio de la demanda de gas de la UE en la actualidad. Las bombas de calor podrían reducir esa demanda en casi 7 mil millones de metros cúbicos (bcm) en 2025, aproximadamente igual al gas natural suministrado a través del Gasoducto Trans Adriático en 2021. Este ahorro anual de gas crecería a al menos 21 bcm para 2030 si se cumplen los objetivos climáticos de la UE.
El suministro e instalación global de bombas de calor podría requerir más de 1,3 millones de trabajadores para 2030, casi el triple de la cantidad actual.
Fatih Birol
, Director Ejecutivo de la IEA, afirma: «Las bombas de calor son una parte indispensable de cualquier plan para reducir las emisiones y el uso de gas natural, y una prioridad urgente en la Unión Europea hoy en día. La tecnología está probada y comprobada, incluso en los climas más fríos. Los responsables políticos deberían apoyar esta tecnología que está experimentando un impulso sin precedentes en este momento. Las bombas de calor serán fundamentales para los esfuerzos para garantizar que todos puedan calentar sus hogares este invierno y el próximo, para proteger a los hogares y negocios vulnerables de los altos precios y para cumplir con los objetivos climáticos».
Las bombas de calor suelen costar menos durante su vida útil que las calderas de combustibles fósiles, gracias a su mayor eficiencia. Con los precios actuales de la energía, los ahorros anuales en la factura de energía para los hogares que cambian a estas instalaciones pueden oscilar entre los 300 dólares en los Estados Unidos y 900 euros en Europa.
Los desafíos que se presentan
La rápida expansión de las bombas de calor presenta algunos desafíos, pero el informe destaca las soluciones a estas barreras. Las bombas de calor aumentarán inevitablemente la demanda de electricidad, aunque la eficiencia energética puede reducir en gran medida los impactos en la red.
El suministro e instalación global de bombas de calor podría requerir más de 1,3 millones de trabajadores para 2030, casi el triple de la cantidad actual, lo que aumenta el potencial de escasez de mano de obra calificada, especialmente para los instaladores.
Te puede interesar
- Aerotermia, el sistema de refrigeración y climatización más eficiente y económico
- España es el segundo país de Europa con la temperatura más alta en los hogares
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.