En Europa existe aproximadamente un millón de supermercados que representan el 4% del consumo eléctrico. De todo ese consumo la mayor parte, entre un 30-60%, corresponde al sistema de refrigeración. Para impulsar a que los supermercados sean más eficientes energeticamente la Comisión Europea ha financiado el proyecto SuperSmart, que tiene previsto distinguir con una ecoetiqueta a los supermercados más “verdes”.
En el proyecto colaboran 9 entidades de Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Macedonia, Noruega, Suecia, y España. Entre los socios nacionales se encuentran el centro de investigación CIRCE, que estará a cargo de la formación de técnicos y responsables para que puedan conocer y trasladar a sus respectivos establecimientos las medidas de eficiencia más adecuadas.
Dentro de las actividades previstas para mejorar la sostenibilidad de los supermercados, y potenciar el crecimiento del sector, se encuentra el diseño de una ecoetiqueta europea que reconozca los supermercados más “verdes”. «La ecoetiqueta fomentará entre los supermercados la integración de tecnologías más eficientes y respetuosas con el medioambiente, consiguiendo reducir el impacto ambiental de su actividad. Al mismo tiempo conseguirán aumentar sus beneficios económicos y proporcionar un valor añadido a sus productos ante sus clientes, diferenciándoles de la competencia«, explica CIRCE en un comunicado.
Gracias a la aplicación de las mejoras y medidas propuestas por SuperSmart se estima que se ahorrarán alrededor de 500 GWh/año durante los tres años de vida del proyecto. Una vez finalizado, se espera que esos ahorros continúen creciendo gracias a la exportación de estas medidas a otros establecimientos de toda Europa.
Supermercados más verdes
Por otra parte, el proceso de refrigeración de los supermercados genera un calor que tradicionalmente se desaprovecha y acaba en la atmósfera y que se puede recuperar como energía de calefacción para el propio comercio o como fuente de calor para la red de calefacción del distrito.
Según un informe de la empresa Danfoss, especializada en infraestructura, alimentación, energía y climatización, el potencial de añadir la flexibilidad de los supermercados a las necesidades de la red eléctrica inteligente equivale al 17,5% de la energía eólica en Alemania o hasta el 30 % de la energía eólica en la UE.
“Junto con redes térmicas externas como la de calefacción urbana, los supermercados podrían servir como oportunidad de almacenamiento para fuentes de energía renovables, como la eólica”.
Además, este documento defiende que añadir el potencial de la capacidad de los compresores no utilizados en la actualidad podría incrementar la flexibilidad a la demanda en caso de un exceso de producción de energía eólica. Es decir, “junto con redes térmicas externas como la de calefacción urbana, los supermercados podrían servir como oportunidad de almacenamiento para fuentes de energía renovables, como la eólica”.
Danfoss explica como veinte supermercados daneses enviaron su exceso de calor a las redes locales de calefacción del distrito y como en el caso de un supermercado local el ahorro superó los 27.000 euros al año en gas. Asimismo, las emisiones de CO2 se redujeron en un 34% mediante el aprovechamiento del exceso de calor procedente del sistema de refrigeración de agua caliente para las casas, entre otras cosas.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.