Las construcciones pueden parecerse a la naturaleza. Al menos es lo que defiende una nueva generación de arquitectos, que entienden que los edificios, estén o no en un entorno urbano, deben intentar imitar al planeta en todo lo posible. Y mientras se extiende esta corriente, la rehabilitación energética es una opción, con el aluminio como clave en el ahorro y la eficiencia.
La “bioarquitectura” es una tendencia en la que los elementos ofrecidos por la naturaleza son la clave para crear espacios agradables y sostenibles y el constructor busca conseguir una especie de equilibrio entre las exigencias de la vida moderna y la necesidad de vivir en armonía con el entorno.
Origen de la bioarquitectura
La explicación al por qué de este movimiento debe buscarse en el boom inmobiliario de las últimas décadas. Durante muchos años, numerosas empresas constructoras se adhirieron a la lógica del «todo vale», causando verdaderos estragos medioambientales, visuales e incluso de movilidad y planificación urbana. Para el constructor, lo único importante era ofrecer un producto moderno, actual y atractivo para los posibles compradores. Así, la auténtica función de la arquitectura (la de crear espacios aptos para la vida) se fue diluyendo en un mar de otras prerrogativas con más peso que el equilibrio medioambiental.
Afortunadamente, cada vez son más los arquitectos y las empresas constructoras que se alejan de estas creencias y recuperan los principios de esta profesión. Los adeptos a la bioarquitectura utilizan técnicas muy diversas, que van desde el uso de materiales como la madera o el adobe hasta el diseño de planos que respeten el lugar. Es decir, no es lícito talar un árbol para construir un balcón, por lo que dicho balcón deberá adaptarse de una u otra forma a la existencia de ese elemento en las inmediaciones. Además de esto, es importante el uso de tecnologías que aprovechen la energía solar, eólica o hidráulica.
En España, todavía falta mucho trabajo por hacer para concienciar al constructor de la obligatoria necesidad de cuidar el entorno. No obstante, es cierto que cada vez son más las empresas constructoras que se encuadran dentro de esta filosofía.
Aluminio, ahorro y eficiencia
Un informe de www.ventanasypuertasdealuminio.es asegura que una construcción que utiliza cerramientos de aluminio con rotura de puente térmico obtiene una ahorro energético de hasta el 25%.
Con las Directivas europeas de Eficiencia Energética, cada vez preocupa más la mejora y rehabilitación energética de los edificios. Por eso,
En los últimos años, el ahorro y la eficiencia energética en los edificios ha ido evolucionando mucho y el aluminio con rotura de puente térmico ha adquirido una gran importancia en las distintas actuaciones dirigidas a lograr el cumplimiento de los objetivos marcados por la Directiva Europea de Eficiencia Energética.
El papel que juegan los cerramientos en la envolvente del edificio, es fundamental, según los profesionales del sector. A modo de resumen, en España existen 25,2 millones de viviendas. El 21% de los edificios tienen más de 50 años y el 55% suponen un tercio de la energía total consumida en nuestro país, al tener una antigüedad anterior a 1980 (es decir, sin ningún requisito de ahorro energético). En España, el 47% del gasto energético de una vivienda se debe a la calefacción y el aire acondicionado. La pérdida de energía a través de los cerramientos suele ser entre el 13-25% del total de la energía que se pierde.
Posibles Actuaciones
La sustitución de cerramientos poco eficientes energéticamente por otros con mejores prestaciones es una de las actuaciones sobre los edificios más rentables, fáciles y rápidas de realizar. Se consigue así mantener nuestros edificios más cálidos en invierno (reduciendo las pérdidas de calor) y más frescos en verano (reduciendo las necesidades de refrigeración).
Definir la cuantía del ahorro dependerá de diversos factores como la calidad del vidrio, el tipo de apertura, la calidad de ejecución y, como no podía ser de otra forma, la calidad de la carpintería.
Además, al final de su vida útil, que puede ser superior a la del propio edificio, el aluminio es el único material 100% reciclable y sin límites en el número de ciclos de vida. Así se convierte en el material sostenible por naturaleza.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.
Me ha gustado mucho el artículo. Me parece que aporta datos muy interesantes y convincentes sobre ahorro y buena consttrucción, tanto eficiente como sostenible.
Yo he podido comprobar desde hace poco, el ahorro que supone un buen cerramiento en mi propia casa.
Gracias Cristina. Nos alegra que te haya gustado el post. Realmente las ventanas de aluminio con puente térmico aportan mucho en confort y ahorro energético.