Durante el pleno correspondiente al mes de marzo, el Consejo Metropolitano ha aprobado por unanimidad la declaración de emergencia climática en la metrópolis de Barcelona , un paso decisivo para la aplicación urgente de varios objetivos estratégicos de la AMB: políticas destinadas a la lucha contra el cambio climático y la contaminación atmosférica, acceso garantizado y justo de la población al agua y logro de una economía circular.
Con la declaración de emergencia climática, la AMB se ha comprometido a asumir el objetivo de la UE de reducir un 55% de emisiones de gases de efecto invernadero para el próximo 2030 y de lograr la neutralidad de carbono en 2050 .
Según los últimos datos, en 2018 las emisiones se han reducido un 33,5% en relación con las de 2005, aunque se observa un repunte en los últimos años analizados, lo que demuestra que las emisiones del área metropolitana de Barcelona están muy ligadas al crecimiento económico.
Emisiones difusas
El gráfico siguiente muestra los porcentajes de emisiones difusas (las que no forman parte del mercado de derechos de emisiones) por sectores. Se observa que hay sectores que han disminuido el peso (como el de los residuos) y centra las prioridades de mejora futura en sectores como la movilidad y el transporte, los servicios, el sector doméstico y los procesos ligados a la industria.
A fin de reducir las emisiones un 55% en 2030 y poder hacer frente a la emergencia climática, las acciones prioritarias que deben llevar a cabo son:
- Descarbonizar la demanda energética en todos los sectores e invertir, al mismo tiempo, en energías renovables para cubrir esta demanda en el ámbito local
- Propiciar un cambio modal en el sector del transporte, facilitar la conexión de flujos intermunicipales y optimizar la distribución urbana de mercancías
- Impulsar la rehabilitación de la edificación en el ámbito residencial y terciario con criterios de eficiencia energética
Cinco medidas para sacar a Barcelona de la emergencia climática
La AMB ha establecido cinco retos transversales para hacer frente a esta emergencia, cada uno de los cuales cuenta con medidas concretas:
- Transición energética. La AMB logrará este cambio global mediante diversas actuaciones, recogidas en el Programa marco de actuaciones en clima y energía (PMEC).
Por ejemplo, pretende rehabilitar equipamientos con clave de eficiencia energética, reducir los consumos actuales e impulsar programas de rehabilitación en el que la variable energética sea clave. También impulsará la producción fotovoltaica y desarrollará los planes de cubiertas, que ya están a disposición de los ayuntamientos y que permitirán dar un salto de escala en la producción energética municipal y metropolitana.
Con la introducción de tecnologías innovadoras como las fotolineres bidireccionales, no sólo generará energía renovable, sino que podrá almacenarla para disponer de ellos en momentos de necesidad. Y el establecimiento de comunidades energéticas permitirá el intercambio de energía entre comunidades de vecinos, equipamientos públicos e industria mediante la digitalización de la red - Uso y gestión eficiente de los recursos hídricos
La AMB está elaborando el Plan director estratégico del ciclo integral del agua (PDECIA), que, entre otras medidas, incluye fomentar el uso del agua regenerada y los acuíferos, continuar incentivando la reducción del consumo doméstico, e identificar las situaciones de pobreza hídrica y trabajar para minimizar su impacto en la población
- Movilidad sostenible
El Plan metropolitano de movilidad urbana (PMMU) es una herramienta esencial en este sentido. Los aspectos clave son:-
- Mejorar el transporte público fuera de Barcelona : articular ejes de transporte público de alta capacidad para potenciar la intermodalidad entre municipios y aumentar la oferta de bus interurbano para facilitar los flujos de movilidad por motivos laborales y personales.
- Reforzar la red ferroviaria como eje vertebrador de la movilidad metropolitana, completarla con nuevas líneas, interconectarse la y hacerla menos radial. Completar la red de tranvías.
- Equilibrar la oferta de puestos de trabajo con la población ocupada residente , para reforzar la autocontención y reducir las distancias de los desplazamientos.
- Reducir la necesidad de movilidad obligadamediante la promoción del teletrabajo y el uso de medios digitales como las teleconferencias.
- Optimizar el modelo logístico de distribución urbana de mercancías (DUM) y la distribución de último kilómetro, para incrementar su eficiencia y reducir su impacto.
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- Recursos, economía circular y cambios en los modelos de producción y consumo
Ante la emergencia climática, la AMB quiere dar impulso a un modelo de desarrollo de economía circular, que reduzca la extracción de materias primas y convierta los residuos en recursos, para introducirlos de nuevo en el ciclo de producción. - Nuevos modelos urbanos
El Plan director metropolitano (PDU) evoluciona en consonancia con la declaración de emergencia y vela por que los proyectos de construcción, reforma y rehabilitación sean oportunidades para mejorar las ciudades, haciéndolas menos vulnerables a los efectos de la isla de calor, a las olas de calor y los temporales. Soluciones como los refugios climáticos permitirán que espacios polivalentes ya existentes, como casales, bibliotecas y parques, ofrezcan confort, agua y espacio de descanso a la población más vulnerable ante el calor.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.