Los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAIs) implantados por Kenia en los centros hospitalarios consiguen prevenir los apagones repentinos de corriente en espacios muy sensibles. El acuerdo con la firma General Electric hace ya siete años ha permitido que casi un centenar de hospitales cuenten con esta tecnología.
La república keniata se asienta sobre una vasta extensión de terreno donde se diferencian dos zonas delimitadas por el clima: la costa, tropical y el interior, árido y semi-desértico. Como es lógico, la inmensa mayoría de su población se concentra en el litoral índico, dejando en el interior poblaciones más aisladas y dispersas y por tanto dotadas de infraestructuras más precarias. Para suplir estas carencias en el fluido eléctrico y asegurarse la continúa disponibilidad de corriente en espacios tan vitales como los sanitarios, Nairobi firmó hace algunos años un plan de implantación de Sistemas de Alimentación Ininterrumpida. De esta forma se aseguraba el continuo abastecimiento eléctrico en 98 unidades hospitalarias, siendo las poblaciones más remotas las más beneficiadas.
Los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida son esenciales
Estos servicios sociales de vital trascendencia son una de las prioridades de las autoridades locales del país, en línea con la importancia que tiene la salud y la calidad de vida para el ser humano. Si no se puede asegurar un flujo eléctrico sin interrupciones, racionalizar un sistema como el sanitario se torna harto imposible. Las regiones dotadas con estos sistemas de provisión de electricidad, que actúan como grandes baterías y generadores con extensa autonomía, fueron las de Nairobi, Nyeri, Eldoret, Kisii, Kisumu y Mombasa.
Cada hospital beneficiado con un sistema de alimentación ininterrumpida, ha sido dotado además, según General Electric, con un sistema de transformadores, kits de supresión de picos de tensión así como kits de estabilización de tensión. Cada sistema SAI ha sido instalado en tres espacios, cada uno dentro de un armario: uno con el SAI propiamente dicho, un segundo habitáculo con la batería, y un tercero con los accesorios estabilizadores.
De forma pormenorizada, han sido instalados 395 sistemas SAI. Constando a su vez estos de 195 trifásicos para los sistemas de mamografía, 100 trifásicos en las unidades de rayos X, y 100 monofásicos trabajando ya en los sistemas Ultra Sound.
Un armario en Kenia y un técnico en Suiza
Con el fin de controlar el correcto funcionamiento de los dispositivos está dispuesto un sistema que permite la gestión telemática de los SAI desde puntos distantes de Kenia y también desde el centro que la compañía instaladora tiene en Suiza. Esto permite a los técnicos disponer en todo momento de un diagnóstico específico y actualizado. De esta manera la capacidad de reacción por parte de profesionales o usuarios es más eficaz y reduce el margen de error aumentando el de maniobrabilidad. A su vez, y persiguiendo esta misma inmediatez en la respuesta, han sido habilitados tres almacenes provistos de repuestos.
Pese a que el país dispone de plantas geotérmicas próximas a su capital, la periódica aparición de sequías condiciona su principal fuente de suministro eléctrico: las grandes presas localizadas en el río Tana. Esta irregularidad en el abastecimiento provoca que el país tenga que importar energía desde Uganda. Para evitar esta dependencia al clima y al vecino, Kenia trabaja en abrir una central nuclear en 2020.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.