Polonia necesita una inversión de entre 285 y 371 mil millones de euros
para reformar su sector energético de aquí a 2030. Según Paweł Strączyński, vicepresidente de finanzas de Pekao S.A., este desembolso es comparable al realizado para la reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial.
Durante su participación en el panel de discusión «Diversificación energética europea: cómo las fuentes alternativas, las rutas y las tecnologías limpias pueden reforzar la seguridad energética», que se llevó a cabo en la Casa Polaca durante el Foro Económico Mundial en Davos, en Suiza, Strączyński señaló que los proyectos de bajas y cero emisiones son el futuro del sector energético polaco.
Respecto a la gran inversión que necesita el sector energético polaco, los fondos estarían destinados a infraestructura energética, construcción de nuevas fuentes de energía, como también en redes de distribución, incluyendo electricidad, gas y más tarde también hidrógeno. Del mismo modo, también ha de crearse una infraestructura relacionada con el transporte y procesamiento de combustibles y almacenamiento de energía.
Para llevar a cabo este plan, no solo es necesaria la inversión de empresas estatales y de entidades nacionales, sino de otros actores.
Strączyński apuntó: “En este momento se está concluyendo la segunda etapa del proyecto para la creación de parques eólicos marinos. En cuanto a los trámites, se denomina concesión de permisos para la creación de islas artificiales. La cola de inversores privados es bastante larga”.
Las inversiones innovadoras en el sector de la energía son atractivas para las empresas y los bancos en varios aspectos. En primer lugar, encajan perfectamente en sus estrategias ESG.
“En Polonia, la política ESG se acaba de introducir, pero estamos recibiendo señales claras en términos de instituciones financieras de Europa e internacionales que, independientemente de su atractivo econónomico, no realizarán inversiones que no se correspondan con sus políticas ESG”, explicó un representante de Bank Pekao S.A.
Además, la financiación de instalaciones modernas de generación de energía es atractiva para los inversores, ya que los contratos los llevan a cabo entidades a gran escala con bases estables o empresas conjuntas especializadas formadas por entidades polacas con socios comerciales extranjeros.
Cambio de rumbo energético en Polonia
El Gobierno de Polonia aprobó en febrero de 2021 una nueva política energética con vistas a 2040 para tratar de reducir su tradicional uso de carbón para la generación energética. En concreto, el objetivo que recoge el documento es reducir la cuota del carbón en el mix de generación del 72% en 2020 al 56% en 2030 a través de la introducción de la eólica marina y el desarrollo posterior de eólica terrestre y energía solar.
Polonia comienza a cambiar el rumbo en su política energética y uno de los primeros pasos ha sido la presentación del documento «Política Energética Polaca para 2040», que se basa en tres pilares: una transformación justa, un sistema energético con cero emisiones y una buena calidad del aire. El documento estima que la participación del carbón en el mix de generación podría caer al 37 % para 2030. Para 2040, se prevé que la cuota del carbón se reduzca al menos al 28 % y al 11% en caso de precios sostenidos de alta asignación de emisiones.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.