Las inversiones en nueva infraestructura de GNL (gas natural licuado) se incrementarán en torno a un 50% hasta 2024, hasta alcanzar los $ 42.000 millones. Será consecuencia del aumento de la demanda de gas en Europa y Asia, a corto plazo, por la crisis energética tras la invasión de Ucrania. Según un análisis de Rystad Energy, las inversiones se mantendrán estables este año; subirán a los 32.000 millones de dólares en 2023; y llegarán a la cantidad especificada en 2024.
También el estudio hace referencia a las previsiones posteriores. Desde 2024, las previsiones de Rystad apuntan a un fuerte descenso de la inversión en infraestructura de GNL, llegando en 2029 a $ 2.300 millones.
No obstante, el informe apunta a una recuperación para 2030, consecuencia de nuevos proyectos ligados al GNL: esperan que la inversión en infraestructura de GNL, para 2030, se recupere hasta casi los $ 20.000 millones.
El propio estudio señala:
“Es poco probable que la inversión en GNL regrese a los niveles de 2024 a medida que los países aumenten las inversiones en tecnologías bajas en carbono”.
Demanda e infraestructura de GNL
Además, añade que, a pesar de la demanda de GNL crecerá a corto plazo a pesar de que:
“Existe la determinación de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y la transición a una combinación energética baja en carbono”.
En esa línea, el estudio pronostica que la demanda global de gas aumentará un 12.5% de aquí a 2030. Asimismo, que, en el mismo periodo, América -principalmente Estados Unidos- representará el 30% de la demanda total, mientras que la de Asia-Pacífico significará el 25%.
Según el vicrepresidente de Análisis de Rystad Energy, Palzor Shenga:
“Los recientes aumentos de precios en los mercados de gas natural en todo el mundo han limitado un poco la demanda de gas- Eso ha provocado un resurgimiento de la generación de energía a base de carbón en muchos países. Sin embargo, los gobiernos siguen siendo optimistas sobre el gas como un combustible de transición asequible en los próximos años. Así lo demuestra el rápido crecimiento de las inversiones en infraestructura de GNL».
Gaseoductos del Midcat e italiano
En este contexto, dos de los principales proyectos gasistas que persigue España son: la finalización del Midcat y el gaseoducto italiano. El primero, conectaría el país con Francia a través de los Pirineos y que, de momento, es rechazado por el Gobierno galo. En cuanto al ‘plan B’ (como lo ha denominado Pedro Sánchez) conectaría las regasificadoras de Barcelona y Livorno (Italia) con un tubo submarino.
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera se ha referido recientemente a las reticencias del Gobierno francés sobre el Midcat. Concretamente, ha afirmado que España evalúa seriamente el proyecto de conexión gasista con Italia. No obstante, ha dicho que ésa no debe ser la primera opción:
“Se trata de una obra de ingeniería más complicada (la opción italiana). Lo sencillo, lo limpio, en un país que se dice europeísta, en un momento extremadamente crítico para Europa, es ir a lo más fácil, a lo que pueda estar operativo para el otoño o el invierno 2023-2024 y que es esa conexión del corredor ibérico del hidrógeno (el Midcat), que en primera instancia podría trasladar gas natural a través de los Pirineos duplicando la capacidad actual”.
FUENTE:Europa Press
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela