En una central eléctrica solar en California, EEUU, la start-up Enervault ha presentado una batería que servirá para aumentar la cantidad de energía renovable que pueden aprovechar las eléctricas. La tecnología se basa en materiales baratos a los que los investigadores ya habían renunciado porque hasta ahora este tipo de baterías no duraban lo suficiente para ser prácticas.
La tecnología de Enervault se está probando en una gran batería que almacena un megavatio-hora de electricidad, lo suficiente para tener encendidas 10.000 bombillas de 100 vatios durante una hora. Ha recaudado 30 millones de dólares (unos 22 millones de euros) en financiación, incluyendo una subvención de 5 millones de dólares (unos 3,7 millones de euros) del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Las baterías están especialmente bien adaptadas para almacenar grandes cantidades de electricidad, muchas horas de producción de una central eólica o solar.
Agua, cromo y hierro
Su tecnología es un tipo de batería de flujo, bautizadas así porque los materiales para almacenar la electricidad se encuentran en estado líquido. El material que almacena la electricidad, se guarda en grandes tanques hasta que hace falta; entonces se bombea a través de un dispositivo relativamente pequeño llamado pila, donde interactúa para generar electricidad. Construir tanques más grandes es relativamente barato, así que cuanto mayor sea la capacidad de almacenaje, mejor salen las cuentas. Eso significa que las baterías sirven para almacenar horas o días de electricidad, pero no para proporcionar refuerzos rápidos a la red.
Esta versión concreta de Enervault usa agua, cromo y hierro, materiales baratos y seguros que ya se habían probado en baterías en la década de 1970. Pero reacciones químicas no deseadas, por ejemplo la liberación de hidrógeno, hacían que se degradaran, con lo que cada vez tenían menos capacidad de almacenaje de electricidad.
La empresa afirma que los materiales para almacenar energía pueden durar más de 20 años.
Inconvenientes
Un inconveniente importante de la tecnología es que tiene una eficiencia menor del 70%, es decir que el 30% de la electricidad empleada para cargar la batería se pierde (muchas baterías tienen ya una eficiencia superior al 90%). La empresa explica que aún así usar su batería compensa en términos económicos, pero una batería tan poco eficiente quizá no sea la ideal para las energías renovables a gran escala dado que habría que instalar más paneles solares para compensar las pérdidas.
Enervault explica que cuando sus baterías se produzcan comercialmente en tamaños aún mayores que el modelo de prueba actual, costarán una quinta parte de lo que cuestan las baterías de flujo redox de vanadio, que ya se han probado a gran escala y probablemente sean el tipo de batería de flujo que está más cerca de llegar al mercado ahora mismo.
Otros prototipos de baterías
Hace poco investigadores de la Universidad de Harvard (EEUU) crearon una batería de flujo que podría ser incluso más barata que la de Enervault, pero el prototipo es pequeño y pueden pasar muchos años antes de que se llegue a producir una versión comercializable. Una spin-off del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU), Sun Catalytix, también está desarrollando una batería de flujo avanzada, pero su prototipo también es pequeño. Y se están desarrollando otros tipos de baterías baratas de larga duración usando materiales como los metales fundidos.
Además, aún no está claro que el mercado para baterías diseñadas para almacenar muchas horas de electricidad sea rentable. La combinación de previsiones meteorológicas avanzadas, centrales eléctricas de combustibles fósiles de respuesta rápida, mejores redes de transmisión y controles inteligentes para la energía eólica y solar podría retrasar la necesidad de instalar este tipo de baterías.
Fuente: MIT Technology Review – Kevin Bullis
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.