Sara Pizzinato, responsable de la Campaña de Energías Renovables de Greenpeace, opina en este artículo que el Gobierno está aprovechando la falta de interconexiones eléctricas internacionales como argumento para encubrir su falta de ambición climática e introducir cláusulas que le permitan inclumplir impunemente los compromisos internacionales en renovables y eficiencia energética.
Hace diez años nos llamaron alarmistas cuando ilustramos lo que los científicos predecían sobre los impactos del cambio climático en los paisajes españoles. Hoy asusta ver lo parecidas que son estas imágenes con las reales. La indiferencia ha hecho que los entornos en los que vivimos y que tanto amamos, se hayan ido alterando hasta parecerse cada vez más a las alarmantes imágenes que publicamos hace diez años.
Las imágenes de hoy y de ayer invocan a todo el mundo ante la indiferencia o la indolencia, especialmente a aquellos con responsabilidades públicas. El cambio climático es el mayor problema ambiental y económico al que se enfrenta la humanidad. Y a pesar de esto el Gobierno español dice abanderar la lucha contra el cambio climático y, a la hora de la verdad, hace lo contrario.
Lo estamos viendo en las negociaciones internacionales sobre el «Paquete de Energía Limpia para Todos» de la UE. No sólo no está apoyando la necesidad de mejorar los objetivos de renovables y eficiencia energética para el año 2030 para que estén realmente en línea con lo comprometido en la Cumbre de París. Sigue apostando por que estos objetivos no sean de obligado cumplimiento (vinculantes).
Falta de ambición climática
Para ello se escuda tras la supuesta falta de interconexiones eléctricas internacionales y aprovecha para intentar introducir cláusulas que le permitan inclumplir impunemente los compromisos internacionales en renovables y eficiencia energética en caso de que no se mejore el aislamiento eléctrico de la Península ibérica. Incluso defiende el derecho a seguir subvencionando con dinero de los consumidores a las energías más contaminantes como el carbón.
No es lo que se espera de un Gobierno que se declara comprometido con la lucha contra el cambio climático.
Si bien es cierto que un cierto nivel de aumento de interconexiones ayudaría a integrar en el sistema eléctrico europeo una mayor proporción de energías renovables variables, también es igual de cierto que incluso si España fuera una isla energética sería técnicamente posible y económicamente viable un sistema energético 100% renovable.
[pullquote]»Un sistema energético 100% renovable, eficiente e inteligente costaría en el año 2050 tan sólo una décima parte que en un escenario en el que se siga apostando por mantener el consumo de energías sucias.»[/pullquote]
Es más, en Greenpeace hemos demostrado que un sistema energético 100% renovable, eficiente e inteligente costaría en el año 2050 tan sólo una décima parte que en un escenario en el que se siga apostando por mantener el consumo de energías sucias. Cualquier opción es técnica y económicamente mejor que seguir retrasando el abandono de los combustibles fósiles y de la energía nuclear tal y como pretende hacer el Gobierno de España: un retraso de 20 años en emprender la transición energética necesaria para salvar el clima conduciría a un coste 2 veces superior respecto a una transición acelerada.
Además tendría efectos devastadores sobre el medio ambiente y la salud de las personas. ¿No tiene el Gobierno el deber de velar por los derechos constitucionales a un medio ambiente sano y a la protección de la salud? ¿Tampoco por los intereses de otros sectores que se ven afectados por el mismo?
El Señor Ministro Nadal defendió en su última comparecencia ante al Comisión de Energía del Congreso que sin interconexiones nos costaría 1.200 millones de euros adicionales introducir mayores cuotas de renovables en España. Sin embargo, no habla de los 38.000 millones anuales que nos cuestan los impactos negativos sobre la salud de la quema de combustibles fósiles a los que apoya o los 47.000 millones anuales que nos costará el cambio climático.
Señor Ministro, hay cosas que no se pueden pagar con dinero: la salud y el medio ambiente están entre ellas. Supeditar la ambición de la lucha contra el cambio climático al nivel de interconexiones es una decisión irresponsable que retrasa, entorpece y encarece la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
Sara Pizzinato
Responsable de la Campaña de Energías Renovables de Greenpeace
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.