Con una longitud de 400 kilómetros entre la subestación de Gatika (cerca de Bilbao) y la de Cubnezais (cerca de Burdeos), la primera interconexión eléctrica submarina entre España y Francia contará con una estación conversora en cada extremo del enlace. De esta forma, permitirá transformar la corriente alterna en continua y a ésta nuevamente en alterna para conectarse a la red de transporte de electricidad de cada país.
Red Eléctrica de España (REE) presenta el anteproyecto y el estudio de impacto ambiental de la interconexión eléctrica entre España y Francia por el Golfo de Bizkaia. Este proyecto se someterá a información pública en las próximas semanas para que cualquier persona, administración o institución interesada pueda conocer la propuesta y aportar las consideraciones que estimen.
Primeras propuestas
La tramitación de esta nueva infraestructura recoge ahora las principales propuestas planteadas por los diferentes agentes institucionales y sociales del territorio durante el proceso de participación pública llevado a cabo en 2017-2018.
Entre las sugerencias recibidas, se han incorporado al anteproyecto y al estudio de impacto ambiental el soterramiento del trazado terrestre que discurrirá entre la subestación de Gatika y la costa, el desmontaje de las líneas de evacuación de Lemoiz y la adopción de medidas específicas para la integración paisajística de la estación conversora que reducirán su impacto visual y sonoro.
Además, y tras un diagnóstico territorial y ambiental, se han incluido propuestas sobre medidas preventivas y correctivas, además de un plan de vigilancia medioambiental. En el tramo submarino el diseño prioriza minimizar el impacto sobre los usos marítimos, como en los recientes cables instalados por Red Eléctrica en las islas Baleares.
Campaña informativa
Por otro lado, el desarrollo de este proyecto favorecerá el impulso económico de la región fomentando la participación de las industrias y proveedores locales, que podrán optar a las licitaciones para la contratación de los trabajos de construcción y de mantenimiento de la interconexión.
Red Eléctrica emprende ahora también una campaña informativa en los municipios y con los diferentes grupos de interés para explicar la propuesta del anteproyecto.
En los próximos meses se iniciará además una campaña de estudios terrestres, geotécnicos y topográficos para ampliar los detalles de los análisis ya realizados y completar los trabajos ambientales y técnicos.
La primera interconexión eléctrica submarina entre España y Francia
El enlace España-Francia por el Golfo de Bizkaia es la primera interconexión eléctrica submarina con el país vecino.
Esta nueva infraestructura permitirá aumentar la capacidad de interconexión con Francia desde los 2.800 MW actuales a los 5.000 MW, lo que favorecerá la integración de energía renovable, incrementará la eficiencia y competitividad de los dos sistemas eléctricos y reforzará la seguridad del suministro de ambos países, avanzando en la consolidación del sistema eléctrico europeo, elemento clave para alcanzar los objetivos de descarbonización y de lucha contra el cambio climático que requiere la transición energética.
En la actualidad, España tiene un nivel de interconexión con el resto del sistema eléctrico europeo del 5,6% respecto a la potencia de generación instalada (un 2,2% a nivel de la Península Ibérica), una cifra aún muy lejana del objetivo marcado por la Unión Europea, de alcanzar el 15% para 2030 para cada país.
Proyecto de interés común
Por su carácter estratégico, la nueva interconexión eléctrica fue declarada ‘Proyecto de Interés Común’ (PIC) por la Comisión Europea el 14 de octubre de 2013, en el marco del reglamento europeo sobre las infraestructuras energéticas.
Con un presupuesto aproximado de 1.750 millones de euros, la interconexión estará compuesta por cuatro cables, dos por cada enlace, en corriente continua y con una capacidad de 2×1.000 megavatios. La longitud del tramo terrestre será de 13 km en España y 80 km en Francia.
Entre la costa española y la francesa el enlace será principalmente submarino con una longitud aproximada de 300 km, salvo un corto tramo terrestre y subterráneo necesario para evitar el cañón submarino de Capbretón, en el que se hallaron movimientos del fondo marino, en aguas francesas, que implicaron una modificación que afecta al 5% del trazado, para asegurar la seguridad de la infraestructura. Actualmente esta variante en el trazado en Francia se está sometiendo a consulta pública con el fin de seleccionar la mejor solución.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.