OIKOS
, en colaboración con AFRY, ha publicado el estudio: ¿Verde, competitiva y segura? sobre prospectivas de la transición energética. El documento asegura que un cierre anticipado de las centrales nucleares provocaría en España tantos gases de efecto invernadero como genera nuestro país en tres años de emisiones medias. El estudio toma como referencia el escenario alternativo de cierre al término de su vida útil técnica, similar al de otros países.
El informe de OIKOS y la consultora AFRY señala que las centrales nucleares aportan robustez al sistema eléctrico español. Además, se trata de una tecnología libre de emisiones de gases de efecto invernadero. También contribuye a reducir el coste del mercado eléctrico y garantizar una fuente de energía fiable. Y es independiente de las condiciones meteorológicas.
El documento indica que el actual calendario de cierre de centrales conllevaría la necesidad de depender de otras energías. Asimismo, que supondría un encarecimiento de la producción eléctrica que podría alcanzar 22.600 M€ en términos de costes directos. Y esos costes tendrían que asumirlos las empresas y los consumidores españoles.
Además, añade el informe, que el cierre anticipado:
“Conduciría a una fuerte caída del margen de reserva, situándolo por debajo de niveles aceptables para un suministro seguro que haría necesario recurrir a combustibles fósiles”.
Para Luis Quiroga, cofundador de Oikos:
“La ampliación de la vida útil de las centrales nucleares ayudaría a garantizar la seguridad del suministro del sistema, conduciría a una reducción de las emisiones de carbono y contribuiría a reducir el coste total de la generación eléctrica”.
El informe de OIKOS y la transición energética
En todos los escenarios que contempla el informe de OIKOS se prevé una reducción progresiva de precios de la electricidad. Será posible gracias a la progresiva transición hacia fuentes de energía renovable. En nuestro país, las renovables son viables económicamente a un coste inferior al de la generación con combustibles fósiles.
El documento indica que, a partir de 2030, podrían conseguirse costes energéticos comparables a los niveles históricos. Incluso inferiores a los proyectados en un entorno europeo descarbonizado. Eso posicionaría a España mejor que a otros países del entorno a la hora de conseguir una ventaja de costes de producción para actividades intensivas en consumo energético y para políticas activas de industrialización.
Sin embargo, apunta el estudio de OIKOS:
“Es de esperar que, como consecuencia del abandono de la generación eléctrica de origen fósil, se produzca un empeoramiento del margen de reserva que difiere mucho en función de las distintas políticas propuestas y que, en algunos casos, puede poner en peligro la seguridad del suministro”.
Aumentar la flexibilidad del sistema
Al respecto, Quiroga añade:
“Es fundamental incorporar la seguridad de suministro al debate de las políticas de transición energética, dotándonos de un marco que permita desarrollar soluciones efectivas y es necesario fomentar la inversión en infraestructuras que aumenten la flexibilidad del sistema eléctrico, particularmente en soluciones de almacenamiento de larga duración”.
Esa flexibilidad favorecería la creación de un entorno atractivo para la inversión en energías renovables. Por tanto, señalan:
“Se amortiguaría así la fuerte canibalización de la energía fotovoltaica, que puede provocar que dejen de ser rentables y desincentiven inversiones adicionales al tiempo que ponen en peligro la continuidad de la transición energética”.
El estudio señala las expectativas que podrían incorporar diversas fuentes, entre ellas, el almacenamiento por bombeo. En la actualidad, ofrece una duración superior al de las baterías disponibles. Según OIKOS, podría ser clave para facilitar el crecimiento sustancial de las renovables y su integración en el sistema eléctrico. España, dicen, dispone de un potencial no desarrollado de suficiente tamaño como para favorecer su máximo aprovechamiento.
Así, afirma el documento:
“La cuestión del almacenamiento, largamente ausente en las políticas actuales, resulta clave para cimentar una transición energética sostenible”.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela