El gobierno chino ha presentado el libro «Energía en la Nueva Era de China» en el que hace un repaso a la situación actual del país en relación al mercado energético.
El consumo de energía por unidad del PIB de China se ha reducido en un 24,4 % desde 2012 y la porción del carbón sobre el consumo energético total ha caído 10,8 puntos porcentuales desde el citado año, aunque este material sigue siendo la principal fuente de energía en China con un 57,7 % en 2019.
Esta es una de las conclusiones del libro blanco «Energía en la Nueva Era de China» que ha presentado el gobierno del país. El informe apunta también que el país asiático es ahora un «líder global» en la operación de una red eléctrica «segura y estable» y destaca el «significativo refuerzo» de la capacidad de responder ante emergencias energéticas.
La publicación del documento oficial se produce entre rumores de que China sufre escasez de energía, mientras las autoridades sí reconocen que la demanda está creciendo por el crecimiento de la manufactura y por la necesidad de calefacción derivada de las bajas temperaturas invernales, aunque aseguran que el suministro continúa «estable».
Límites al consumo de energía
En los últimos días, ciudades de provincias como Hunan (centro-sur), Jiangxi (sureste) o Zhejiang (este) han establecido límites al consumo de energía durante las horas de más demanda.
En Yiwu, situada en Zhejiang y conocida internacionalmente por su mercado mayorista, se llegó a pedir a las fábricas que detuvieran su producción por 24 horas tras cada tres días seguidos de trabajo, según el portal de noticias Sixth Tone.
Ese medio apunta no solo a una mayor demanda sino también a una serie de inspecciones de seguridad en las regiones productoras de carbón del norte tras accidentes en minas y a las tensiones políticas y comerciales con Australia, país que en 2019 suministró más de la mitad del carbón térmico -el usado para generar energía- que China importó desde el exterior.
China levanta las restricciones a la inversión extranjera
Durante la presentación del Libro Blanco ha afirmado que el país ha levantado las «restricciones» a la entrada de inversión extranjera en los principales sectores energéticos -carbón, petróleo, gas y electricidad- aunque no en el nuclear.
«China está comprometida con un mercado energético global estable, y está abriendo sus sectores energéticos al resto del mundo. Ha facilitado ampliamente el acceso de mercado a la inversión extranjera y ha construido (…) un entorno de negocios que respeta el Estado de derecho para facilitar el libre comercio y la inversión», agrega el documento.
Desde el establecimiento en 2018 de un sistema de «lista negativa» que especifica los sectores en los que no puede entrar capital foráneo, se han ido reduciendo o eliminando los límites a ese tipo de inversión en actividades como la construcción y operación de redes eléctricas o la exploración y explotación de crudo y gas natural.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.