Según el informe 2023 de la AIE: las fuentes de bajas emisiones dominarán el crecimiento del suministro mundial de electricidad durante los próximos tres años. Junto a la energía nuclear, cubrirán la gran mayoría del aumento de la demanda mundial hasta 2025. Todo ello hace improbable que aumenten las emisiones del sector eléctrico.
El informe de 2023 ofrece un análisis de las políticas, las tendencias y los desarrollos del mercado recientes. Asimismo, incluye los pronósticos hasta 2025 para la demanda, el suministro y las emisiones de CO2 de electricidad. Y muestra un estudio detallado de la combinación de generación en evolución.
También contiene un análisis exhaustivo de los desarrollos en Europa y de cómo enfrentó las diferentes crisis energéticas en 2022. Por su parte, la región de Asia Pacífico también recibe un enfoque especial. Muestra su demanda de electricidad en rápido crecimiento y la aceleración del despliegue de energía limpia.
Crecen la demanda y las energías de bajas emisiones
Las energías de bajas emisiones dominarán el crecimiento del suministro mundial de electricidad durante los próximos tres años. Se espera que el crecimiento de la demanda mundial de electricidad se acelere a un promedio del 3% en ese periodo. Y eso, a pesar de la deceleración del 2022. El pasado año descendió un 2% como consecuencia de la crisis energética y las condiciones climáticas excepcionales.
Las economías emergentes y en desarrollo de Asia serán las fuerzas impulsoras del ritmo más rápido de crecimiento del 2023. El promedio será de un 2,4% mayor que durante los años anteriores a la pandemia.
Según el informe, el aumento de la demanda mundial procederá de China, India y el sudeste asiático. Aún así, hay incertidumbre con respecto a China y a cómo su economía emergerá de las restricciones del Covid.
Actualmente, se pronostica que la participación de China en el consumo mundial de electricidad aumentará a un tercio para 2025. Recordemos que en 2015 fue de un cuarto.
Por su parte, las economías avanzadas buscarán expandir el uso de electricidad para desplazar los combustibles fósiles. Y tanto para el transporte, como para la calefacción y la industria.
El director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, ha explicado:
“La creciente demanda mundial de electricidad se acelerará. Añadirá más del doble del consumo actual de electricidad de Japón durante los próximos tres años.
La buena noticia es que las energías renovables y la energía nuclear están creciendo lo suficientemente rápido como para satisfacer casi todo este apetito adicional. Eso sugiere que estamos cerca de un punto de inflexión para las emisiones del sector eléctrico.
Los gobiernos ahora deben permitir que las fuentes de bajas emisiones crezcan aún más rápido y reduzcan las emisiones . Así, el mundo podrá garantizar un suministro seguro de electricidad mientras alcanza los objetivos climáticos”.
Por regiones
Según las tendencias actuales, la generación de energía con gas natural en la UE caerá en los próximos años. Sin embargo, se espera que un crecimiento significativo en el Medio Oriente compense en parte esta disminución.
Además, los fuertes aumentos en los precios del gas natural en medio de la crisis energética, a su vez, han alimentado los precios de la electricidad en alza en algunos mercados, particularmente en Europa. Esto ha llevado a iniciar un debate en los círculos políticos sobre las reformas al diseño del mercado eléctrico.
Mientras tanto, es probable que la bajada en la generación con carbón en Europa y América se contrarresten con un aumento en Asia y Pacífico. Eso, a pesar de los aumentos en el despliegue de energía nuclear y el reinicio de plantas en algunos países como Japón.
Todo esto significa que, después de alcanzar un máximo histórico en 2022, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la generación de energía mundial se mantendrán en el mismo nivel hasta 2025.
El fuerte crecimiento de las renovables hace prever un aumento de su participación en la combinación global de generación. Concretamente, se espera que aumente del 29% en 2022 al 35% en 2025. Y, además, con una caída de la participación de la generación a base de carbón y gas.
Emisiones y tendencias
Como resultado, la intensidad de CO2 de la generación de energía global seguirá disminuyendo en los próximos años.
Sin embargo, Europa se opuso a esta tendencia mundial durante 2022. La intensidad de CO2 de la generación de energía en Europa aumentó. Fue consecuencia de un mayor uso de carbón y gas en medio de fuertes caídas en la producción tanto de la energía hidroeléctrica, debido a la sequía, como de la energía nuclear, debido al cierre y mantenimiento de plantas.
No obstante, este revés será temporal. Se espera que las emisiones de generación de energía de Europa disminuyan, de media, un 10% anual hasta 2025.
Las tendencias de la demanda de electricidad variaron ampliamente según la región en 2022. El consumo de electricidad de la India aumentó considerablemente. Mientras, el crecimiento de China fue más moderado por sus políticas Covid.
Estados Unidos registró un sólido aumento de la demanda. Se vio impulsado por la actividad económica. Asimismo, por un mayor uso residencial, dados el verano más caluroso y el invierno más frío de lo normal.
La demanda en la Unión Europea se contrajo. Fue consecuencia de un clima invernal inusualmente suave y una disminución en el consumo de electricidad en el sector industrial. Por detrás, los altos precios de la energía y la menor producción industrial por problemas de suministro. Todo ello, consecuencia de la guerra de Ucrania. La demanda dela UE bajo un 3,5%, su segundo descenso porcentual más grande desde la crisis financiera mundial en 2009. El primero fue la contracción excepcional provocado por la pandemia en 2020.
Clima y fuentes de bajas emisiones
El informe señala que la demanda y el suministro de electricidad mundial dependen cada vez más del clima. Así lo indican las condiciones extremas de 2022, que serán un tema recurrente.
Además de la sequía en Europa, hubo olas de calor en India, disparando su demanda de energía. Igualmente, las regiones central y oriental de China se vieron afectadas por olas de calor y sequías. También provocaron un pico de demanda en medio de una reducción de generación hidroeléctrica. Por su parte, Estados Unidos también experimentó severas tormentas de invierno en diciembre, lo que provocó cortes de energía masivos.
Es obvia la necesidad de una descarbonización más rápida y un despliegue acelerado de tecnologías de fuentes de bajas emisiones. Al mismo tiempo, a medida que la transición a la energía limpia se acelera, el impacto de los fenómenos meteorológicos en la demanda de electricidad se intensificará debido a la mayor electrificación de la calefacción, mientras que la proporción de energías renovables dependientes del clima seguirá creciendo en la combinación de generación.
En un mundo así, será crucial aumentar la flexibilidad de los sistemas de energía. De esta manera se garantizará la seguridad del suministro y la resiliencia de las redes.
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela