Durante los últimos años, la industria del petróleo y el gas ha implementado estrategias para descarbonizar sus operaciones, en línea con los esfuerzos de transición energética. No obstante, algunos problemas como la guerra de Ucrania han levantado de nuevo temores por la seguridad energética, provocando que la atención haya vuelto a centrarse en los combustibles fósiles.
Como resultado de este factor, las empresas han reducido su esfuerzo en materia de transición energética, una tendencia que, según GlobalData, continuará viéndose en 2024.
La seguridad energética, un factor decisivo
Un informe de GlobalData, que profundiza en la transición energética en el sector del petróleo y el gas, destaca que las empresas están optando por energías renovables y alternativas de bajas emisiones de carbono. La mayoría de las empresas del sector han fijado 2050 como objetivo a largo plazo para lograr neutralizar las emisiones de carbono en su actividad. No obstante, estas promesas pasan por la correcta implementación de objetivos de cara a 2030.
Ravindra Puranik, analista de petróleo y gas de GlobalData, comenta: “La seguridad energética ha sido una preocupación para la mayoría de los países tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. La interrupción resultante de la cadena de suministro llevó a los países a recurrir a los combustibles fósiles, que se encuentran fácilmente disponibles, lo que impulsó la demanda de petróleo y gas. Por otro lado, la presión por la autosuficiencia energética y la alta inflación han descarrilado un poco la adopción de energías limpias”.
Puranik continúa: “En 2020, varias compañías de petróleo y gas anunciaron ambiciosos objetivos de transición energética. Sin embargo, el entusiasmo en torno a la transición energética ha disminuido un poco de cara a 2024. Los problemas de rentabilidad y la inflación, junto con las altas tasas de interés, están generando incertidumbre a la hora de emprender proyectos renovables”.
Las nuevas estrategias de las empresas de petróleo y gas
Año tras año, la proporción de combustibles fósiles en el mix energético mundial desciende dando paso a las fuentes renovables, especialmente la eólica y la solar. En este sentido, las compañías de petróleo y gas están comenzando a aventurarse en la producción de energías renovables.
Otras de las iniciativas que se llevan a cabo son la captura de carbono, la producción de hidrógeno verde y combustibles de bajo contenido en carbono para sus consumidores. Otra de las vías que se están explotando es el almacenamiento de energía mediante baterías.
Puranik concluye: “La transición energética de la industria del petróleo y el gas requiere una planificación a largo plazo para reducir o eliminar las emisiones de carbono. A corto y medio plazo, las empresas deben incorporar combustibles de transición, así como fuentes de energía bajas en carbono y cero emisiones de carbono en sus carteras. A pesar de las desaceleraciones periódicas, la transición energética en la industria del petróleo y el gas se llevará a cabo y allanará el camino para una nueva combinación energética global en el futuro”.
Imagen de portada: DepositPhotos.
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Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.