La industria eólica mundial ha pedido al G20 que eleven las ambiciones nacionales en cuestión de emergencia climática. Lo han hecho en representación de la Coalición Global de Energía Eólica para la COP26 y a través de una carta abierta. Además, les solicitan que establezcan con urgencia planes concretos para aumentar la producción de energía eólica para reemplazar los combustibles fósiles.
En dicha carta reconocen que se han logrado algunos avances en la transición energética. Sin embargo, las promesas netas actuales de cero de los países del G20 aún ponen al mundo en un nivel global de 2.4 grados. Eso es mucho más de lo necesario para evitar los peores efectos del cambio climático.
Mientras tanto, las instalaciones de energía eólica y renovables se están quedando muy por debajo de la trayectoria necesaria para cumplir los objetivos climáticos internacionales. En consecuencia, piensan que se necesita una acción urgente para mejorar las políticas energéticas.
Carta de la industria eólica
Según el consejero delegado de GWEC, Ben Backwell:
«Los países miembros del G20 representan más del 80% de las emisiones globales de carbono relacionadas con la energía. Por ello, los líderes de estos países tienen el poder y el deber público de transformar el sistema energético mundial.
Estos países necesitan tomarse en serio las energías renovables y, en particular, la energía eólica como la solución de energía limpia con mayor potencial para ayudar al mundo a cumplir los objetivos del Acuerdo de París».
La carta está firmada por los líderes de las mayores empresas de energía eólica, incluidas: Vestas Wind Systems; Siemens Gamesa Renewable Energy; Orsted; SSE; RWE; y Mainstream Renewable Power. Asimismo, por asociaciones que representan a la industria en geografías clave como el Reino Unido, Brasil, China, México y Sudáfrica.
Para no sobrepasar 1,5° C la temperatura
La industria eólica destaca que la hoja de ruta reciente de la Agencia Internacional de Energía (IEA) muestra que: el despliegue eólico anual debe cuadriplicarse de 93 GW en 2020 a 390 GW en 2030 para cumplir con un escenario cero neto para 2050.
Tanto IEA como IRENA están alineadas en la capacidad total de energía eólica requerida para 1,5° C de subida de la temperatura. En esa línea, prevén la necesidad de 8.265 GW y 8.100 GW para 2050, respectivamente.
La carta alerta: si las tasas de crecimiento actuales de la energía eólica persisten, la capacidad eólica global se reducirá dramáticamente. No llegará a los volúmenes requeridos para la neutralidad de carbono para 2050, con un déficit de instalación de hasta un 57% para entonces.
Rebecca Williams, directora de COP26 en GWEC, ha afirmado:
«Los países del G20 tienen enormes cantidades de potencial de energía eólica sin explotar que pueden satisfacer porciones significativas de la demanda nacional de electricidad. Sin embargo, apenas están rascando la superficie de lo que pueden implementar. Con el ritmo actual de las instalaciones de energía eólica en todo el mundo, los pronósticos muestran que sólo instalará menos de la mitad de la capacidad de energía eólica necesaria para llegar a cero neto en 2050».
Recomendaciones de la industria eólica
Para alcanzar este nivel necesario de despliegue, la carta abierta pide a las naciones del G20:
- Elevar la ambición por la energía eólica a nivel nacional.
- Implantar políticas y marcos regulatorios efectivos para la adquisición y entrega de energía renovable.
- Comprometerse con la planificación de la infraestructura de energía limpia, incluidas las redes y la transmisión.
- Acordar mecanismos de fijación de precios del carbono eficaces y creíbles.
- Alinear los flujos financieros nacionales y regionales con los puntos de referencia para una ruta neta que cumpla con los 1,5 ° C.
- Desarrollar políticas cohesivas e inclusivas que dediquen recursos públicos al cambio hacia una economía neta cero.
Los beneficios de la eólica
En los últimos 20 años, la energía eólica ha demostrado su capacidad para aumentar la producción de manera exponencial. Mientras, ha conseguido reducir costes, crear millones de empleos calificados y estimular la inversión en infraestructura a gran escala.
Pero la carta señala que lograr la escala y la velocidad de implementación necesarias para aprovechar estos beneficios y lograr ambiciones netas cero es poco realista en las condiciones actuales de «negocios como siempre». Y, además, inalcanzable sin un cambio de política decisivo y urgente en los países del G20.
La carta abierta a los jefes de estado del G20 también se compartió con varios líderes gubernamentales, energéticos, financieros e institucionales. Entre ellos, los líderes de la COP26, la CMNUCC, IRENA, IEA, FMI, WEF y varios bancos multilaterales de desarrollo.
Lista de consejeros delegado signatarios
- GWEC: Ben Backwell, consejero delegado
- RenewableUK: Dan McGrail, ejecutivo
- SSE: Alistair Phillips-Davies, consejero delegado
- Orsted: Mads Nipper, consejero delegado
- Mainstream Renewable Power: Mary Quaney, consejera delegada de grupo
- Vestas Wind Systems: Henrik Andersen, director general de grupo y consejero delegado
- Siemens Gamesa Renewable Energy: Andreas Nauen, consejero delegado
- Bachmann: Bernhard Zangerl, consejero delegado
- RES: Ivor Catto, consejero delegado
- Aker Offshore Wind: Tove Roskaft, director de operaciones
- RWE Renewables GmbH: Anja-Isabel Dotzenrath, consejero delegado
- BayWa r.e. AG: Matthias Taft, consejero delegado
- Principle Power: Aaron Smith, director comercial
- AMDEE (Mexican Wind Energy Association): Leopoldo Alberto Rodríguez Olivé, director general
- ABEEolica (Brazil Wind Energy Association): Elbia Gannoum, consejero delegado
- SER Colombia (Renewable Energy Association of Colombia): Germán Corredor Avella, consejero delegado
- Akselos: Thomas Leurent, consejero delegado
- CEA (Argentina Wind Association): René Vaca Guzmán, director general
- DNV: Ditlev Engel, consejero delegado, Energy Systems
- EDPR: Miguel Stilwell d’Andrade, consejero delegado, EDP y EDPR
- Glennmont Partners from Nuveen: Joost Bergsma, consejero delegado
- South Africa Wind Energy Association: Ntombifuthi Ntuli, consejero delegado
- CWEA (Chinese Wind Energy Association): Qin Haiyan, secretario general
FUENTE:Europa Press
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Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela
El G20, los veinte paises más poderosos de la tierra y que producen más del 80% de los gases de efecto invernadero , productor principal del calentamiento global y cambio climático, empiezan a sentir en sus propias carnes las consecuencias del calentamiento climático del Planeta. Véanse sino, las inundaciones que ha sufrido Alemania y otra parte de Europa Central hace cuatro días y las que posteriormente está sufriendo China. Hay que decir que dedicando solamente el 10% de las pérdidas económicas que han sufrido y sin contar lo peor como son las pérdidas humanas que se han ocasionado, se pueden aumentar las energías renovables, solar y eólica Onshore y esencialmente Offshore, en tal magnitud, que posiblemente se pueda eliminar el 90% restante del costo total de dichas pérdidas, al evitar gran parte del efecto producido por el cambio climático.
Una carrera de caracoles es muy lenta. Aunque menos da una piedra. Pero con un mínimo de voluntad y sentido común, la carrera contra el cambio climático puede acelerarse por parte del 20G y no dejar al Planeta y al ser humano a su suerte ya que como se está viendo también los paises Ricos pagan las consecuencias. Y éstas, son evitables en un altísimo porcentaje con una mínima voluntad y aporte económico en inversiones e I+D+i perfectamente asumible por todas ellas.
¿A qué se espera?. ¿A pasar la línea de no retorno?.¿Es aceptable la inacción, disponiendo de los medios para evitarlo?. ¿Eso piensan los mandatarios delos 20 Paises más ricos de la tierra?.
Si es así, diré como aquél, que paren el mundo que yo me bajo. No vale la pena seguir esperando a que mañana me coja a mí en otra parte del Planeta.