En el artículo de opinión de esta semana, el director de AEGE, Fernando Soto, analiza el fuerte impacto del coste del suministro eléctrico en la industria electrointensiva dentro del reto que marca la transición energética en la que se encuentra inmersa España, puesto que hablamos de una industria que genera riqueza y un empleo estable, cualificado y de calidad. Para evitar la deslocalización de las industrias electrointensivas y preservar su competitividad, el Gobierno aprobará un Estatuto de Consumidores Electrointensivos que reconozca las particularidades del sector. Soto explica las expectativas del sector sobre este estatuto.
Los compromisos internacionales de España en la lucha contra el cambio climático propician la transición energética en la que nos encontramos, que supone uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestra economía, afectando a todos los sectores económicos y en particular a las industrias con gran consumo de energía.
Esta transición significará una descarbonización de la economía que se basará principalmente en tres palancas: la electrificación de la demanda, la mejora de la eficiencia energética y una mayor penetración de renovables que propiciarán la necesaria reducción de emisiones.
En AEGE están asociadas 25 empresas que representan el 11% de la demanda eléctrica nacional y cuya factura eléctrica les supone hasta el 50% de sus costes de producción
En AEGE (Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía) están asociadas 25 empresas de los sectores siderúrgico, metalúrgico, químico, gases industriales y otros, representando el 11% de la demanda eléctrica nacional. A estas empresas su factura eléctrica les supone hasta el 50% de sus costes de producción, razón por la que realizan una mejora continuada de su eficiencia energética. En concreto, el 81% del consumo de electricidad de nuestras industrias asociadas cuenta con sistemas de gestión energética o con auditorías externas anuales.
La industria básica constituye uno de los motores de arrastre de la economía española, con un efecto multiplicador de riqueza y un empleo estable, cualificado y de calidad. Por ello, el fuerte impacto del coste del suministro eléctrico en estas industrias electrointensivas merece un análisis pormenorizado de las implicaciones que supone el reto de la transición energética.
Estas industrias actúan en el mercado global que fija los precios de sus productos, sin embargo la electricidad que consumen se compra en un mercado nacional
En primer lugar, las industrias con gran consumo energético actúan en el mercado global que fija los precios de sus productos, sin embargo la electricidad que consumen se compra y se comercializa en un mercado regional o nacional, en este caso el español que es uno de los más caros de Europa. Así, en 2017 y 2018, los precios del nuestro mercado eléctrico alcanzaron los 52,2 y 57,3 €/MWh, que supuso un diferencial con el mercado alemán de 18 y 12,3 €/MWh respectivamente. Es decir, un sobrecoste para nuestras empresas de 450 y 320 millones de euros con respecto a sus competidores alemanes, eso sólo en el precio de la energía del mercado porque la industria alemana y también la francesa disfrutan de contratos de suministro de electricidad a largo plazo a precios más competitivos que el de sus mercados eléctricos.
Temor a la deslocalización silenciosa
En segundo lugar, en los últimos meses hemos asistido a los anuncios de cierres de varias plantas industriales y a los de reducción de producción en otras instalaciones, en un escenario de fuerte encarecimiento del precio eléctrico. La competitividad de la industria electrointensiva española se ve muy afectada por el sobrecoste de su suministro eléctrico en comparación con sus competidores internacionales. Los sobrecostes ya indicados anteriormente impactan negativamente, mermando las inversiones para mejorar y mantener los procesos industriales, una situación que, de mantenerse en el tiempo, produciría una deslocalización silenciosa.
En tercer lugar, las fábricas asociadas en AEGE disponen en su gran mayoría de un Sistema de gestión energética según UNE-ISO 50.001, lo que les permite ser más eficientes energéticamente.
El patrón de consumo de estas fábricas es beneficioso para el sistema eléctrico, ya que reducen su consumo en horas punta y lo incrementan en horas valle, aplanando la curva de la demanda
Y en cuarto lugar, una cuestión importante es el patrón de consumo de estas fábricas, que es beneficioso para el sistema eléctrico en su conjunto, ya que reducen su consumo en horas punta y lo incrementan en horas valle, aplanando la curva de la demanda. El ratio punta/valle del sistema eléctrico peninsular es de 2, y el del conjunto de las empresas de AEGE es de 0,67. Este patrón de consumo eléctrico mejora la eficiencia del sistema eléctrico en su conjunto, retrasando la necesidad de nuevas instalaciones de generación y de redes. Además, nuestras industrias son proveedoras del servicio de interrumpibilidad, colaborando con el Operador del sistema al mantenimiento de la seguridad de suministro eléctrico y dotando de flexibilidad al sistema eléctrico con fuerte presencia renovable.
Desde mediados de 2018 estamos sufriendo una nueva subida de precios de la electricidad y para frenar esa escalada, el Gobierno aprobó una suspensión temporal, desde octubre de 2018 a marzo de 2019, del impuesto a la generación y de la tasa al gas natural que se internalizan en las ofertas de los generadores. Esa medida supuso un cierto freno a la escalada del precio eléctrico en el último trimestre del 2018, pero sus efectos se han diluido en la cotización de 2019, con un valor medio en enero de 63,5 €/MWh, un 27% superior a enero de 2018 y un 30% superior al precio del mercado alemán.
Condiciones similares a las de sus competidores
La situación de la industria electrointensiva fuera de España es muy distinta. En otros países de la Unión Europea disfruta de precios de suministro eléctrico más baratos que los nuestros, perjudicando la competitividad de las compañías españolas que compiten en el mismo mercado global. Estos mejores precios son fruto de la combinación de precios de mercados eléctricos mucho más competitivos y también de que disponen de contratos de largo plazo en mejores condiciones -como los de los franceses y los alemanes-, y de medidas concretas para estas industrias que les compensan por diferentes conceptos como costes del sistema, cargos e impuestos, etc.
Se requiere una intervención inmediata del Gobierno en las medidas de apoyo a la industria electrointensiva, que soporta en mayor medida los costes derivados de las políticas climáticas y energéticas
Para paliar la negativa situación que vivimos en España, el Gobierno aprobó en diciembre pasado el RDL 20/2018 de medidas urgentes para mejorar la competitividad de la industria española. En particular, en dicho RDL se reconoce la necesidad de acometer sin demora un conjunto de medidas para evitar la pérdida de competitividad de nuestra industria que supone una situación de desventaja en los mercados internaciones y con respecto a nuestros socios europeos. Entre esas medidas, algunas requieren una intervención inmediata del Gobierno para que su desarrollo futuro no se vea comprometido, como las de apoyo al sector de la industria electrointensiva, que soporta en mayor medida los costes derivados de las políticas climáticas y energéticas.
Para evitar la deslocalización de las industrias electrointensivas y preservar su competitividad, el RDL 20/2018 prevé en su artículo 4 que en el plazo de seis meses el Gobierno aprobará, mediante real decreto, un Estatuto de Consumidores Electro-intensivos que reconozca las particularidades de aquellos consumidores eléctricos con un elevado uso de la electricidad.
Un estatuto para la industria electrointensiva
En la actualidad, el Gobierno está elaborando ese Estatuto y celebrando reuniones con las asociaciones implicadas, entre ellas AEGE, al objeto de cumplir el mandato del citado RDL.
Para llevar a cabo las medidas que se deriven del citado Estatuto será necesario que estén dotadas de una partida económica en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, situación que no figura en la propuesta de PGE 2019, lo que ha causado una gran incertidumbre en la industria. Conscientes de la sensibilidad del Gobierno hacia este asunto, estamos convencidos de que en el trámite parlamentario de los Presupuestos se incorporarán las enmiendas necesarias para dotarlos de una partida presupuestaria que facilite el desarrollo de las medidas que recoja dicho Estatuto.
Esperemos que con esta iniciativa del Gobierno –y su apoyo por el resto de grupos políticos-, la industria electrointensiva española disponga de condiciones de suministro eléctrico similares a las de sus competidores alemanes y franceses, un suministro competitivo, estable y predecible.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.