Faltan tres semanas para que dé comienzo la COP27 en Sharm el-Sheik, Egipto. Pero no está aún claro el éxito que va a tener la cumbre. La situación geopolítica puede complicar los acuerdos en un momento crítico por los desastres causados por el cambio climático. Entre esas causas: la guerra en Ucrania, el distanciamiento de las relaciones entre China y EEU, las crisis energéticas y alimentarias y la presión de la inflación. Pero el momento es crítico.
La crisis climática no da tregua. Lo hemos visto durante este año en situaciones como: Las inundaciones devastadoras en Pakistán y Nigeria; la terrible sequia de Kenia y Somalia; o la ola de calor inaudita de Europa en verano. Desde el mismo Parlamento Europeo se firmó recientemente una resolución con exigencias para la COP27.
Desde Egipto piden no retroceder en los compromisos medioambientales a pesar de la situación que vivimos. Es más, piden incrementar esos compromisos poniendo el foco en: la adaptación climática, haciendo realidad los flujos financieros prometidos y la compensación por pérdidas y daños.
La COP27 busca el impulso que consiguió la COP26. Por ello, Bloomberg ha lanzado un informe con lo que hay que tener en cuenta.
COP27: un lugar para objetivos ambiciosos y cumplimiento de compromisos
Según Bloomberg, el éxito de la COP27 no se estima en más del 50% de posibilidades, realmente, el 43%. Y para ellos se basa en varios parámetros importantes.
Alcanzar objetivos de emisiones
- La probabilidad de que los objetivos de emisiones se eleven lo suficiente para alcanzar la temperatura del Acuerdo de París es de sólo el 20%. Incluso si todas las naciones del G-20 alcanzaran los objetivos para 2030, establecidos en sus Contribuciones nacionales, solo tres lo lograrían las emisiones comprometidas: EEUU, Reino Unido y Australia. Sólo los tres países conseguirían, reduciendo emisiones de CO2, no pasar de 1,5 grados la temperatura del planeta.
Según Victoria Cuming, directora de política global de BNEF:
“La COP del año pasado tuvo mucho que ver con las buenas intenciones: 1,5 grados centígrados, no más carbón, vehículos de cero emisiones, etcétera. Pero la COP de este año tratará sobre cómo cumplir con esas buenas intenciones”.
Que ningún país se quede atrás
- Uno de los criterios de Egipto para una COP exitosa es garantizar que “ningún país o grupo se quede atrás”. Por tanto, el financiamiento climático será clave para garantizar una transición energética justa.
Los países en desarrollo todavía están esperando los 100.000 millones de dólares anuales de financiamiento climático que les prometieron las naciones más ricas en 2009. Un compromiso que se suponía que se alcanzaría para 2020 y que la OCDE espera que se cumpla con tres años de retraso en 2023.
Cuming considera que esa cantidad no va a llegar fácilmente, tal y como están las cosas. Por ello, señala:
“Entonces, un enfoque más constructivo sería acordar pasos concretos para garantizar que alcancen este umbral para 2025, como se acordó en Glasgow”.
Y, además de cómo hacer esa financiación, está pendiente la reparación por daños y pérdidas causados por el calentamiento global. Se espera que la justicia climática ocupe un lugar destacado en la agenda de lo que se ha denominado la “CdP africana”. Recordemos que, a pesar de ser el continente que menos ha influido en la crisis climática, es el que más lo está padeciendo.
Progreso hacia el comercio mundial de compensaciones de carbono
- Sería necesario que los gobiernos acordaran las reglas principales para los nuevos programas del mercado de carbono, el Artículo 6 de la cumbre COP26. Sólo unos pocos gobiernos han creado programas para ello, liderados por países como Suiza y Corea del Sur.
Mientras, el Artículo 6.4, que contempla un mercado global de carbono para que gobiernos y entidades privadas pueden negociar créditos, está lejos de hacerse realidad.
Según Cumming:
“Hay dos grandes barreras: conveniencia y calidad.
Las partes deben lograr avances concretos en la COP27 sobre los detalles esenciales necesarios para implementar el mercado dentro del próximo año más o menos”.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela