Los gobiernos de la Unión Europea ha aprobado la imposición de aranceles definitivos del 25% a las importaciones de acero de 26 categorías de productos de acero de terceros países cuando superen un tope determinado, con el objetivo de proteger a los productores europeos, según una información de la Comisión Europea, recogida por Europa Press.
Bruselas notificó a principios de mes a la Organización Mundial de Comercio (OMC) su intención de convertir en definitivos los aranceles provisionales que aplica desde julio de 2018 como medida de salvaguardia después de que Estados Unidos aprobase por su parte un impuesto a las importaciones de este producto. Las medidas provisionales se diseñaron como un contingente arancelario global. Esto significaba que el 25% de los aranceles sobre las importaciones de acero se aplican una vez que la UE supera los volúmenes conservadores de acero predefinidos.
Los servicios del Ejecutivo comunitario finalizarán ahora el procedimiento para que los aranceles definitivos puedan aplicarse ya a principios de febrero. Las nuevas medidas estarán en vigor hasta julio de 2021.
Los aranceles definitivos introducen «algunas variaciones» respecto a las medidas provisionales en vigor -que sólo pueden aplicarse 200 días como máximo-, a fin de «preservar los flujos comerciales tradicionales» como, por ejemplo, que los volúmenes de importación se establecerán sobre la base de un sistema mixto de contingentes arancelarios globales y específicos para cada país.
El impacto en el objetivo europeo de renovables
El CEO de la Asociación Europea de Energía Eólica (Wind Europe), Giles Dickson, ha asegurado que “si tenemos que pagar aranceles sobre nuestras importaciones de acero, el precio de la energía eólica aumentará”. Esta afirmación se sustenta en el hecho de que el acero constituye más de la mitad del material utilizado en la producción de aerogeneradores. “Las tasas podrían añadir un incremento del 18% al precio de las turbinas, lo que anularía las reducciones de costos que hemos logrado en los últimos años”, según ha explicado Dickson.
En una visión más amplia, el alcance de la medida podría poner en peligro el objetivo de energía renovable del 32%, de la UE para 2030, o simplemente dificultar la consecución del objetivo y hacerlo más costoso de lo necesario para la sociedad, al menos así lo ven desde Wind Europe. Además, “pondría a los fabricantes europeos de turbinas en una clara desventaja respecto a sus competidores chinos que obtienen acero nacional a precios mucho más bajos”, concluye el líder de la organización.
Carlos Sánchez Criado
Publicista por la Universidad Complutense. Director comercial de publicaciones técnicas del sector de la energía durante doce años. Director de Energy News Events, S.L. desde 2012 difundiendo información en Energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es. Y por supuesto, organizando eventos como VEM, la Feria del Vehículo Eléctrico de Madrid.