La Agencia Internacional de la Energía (IEA) ha revisado a la baja la demanda mundial de petróleo en 2021, como consecuencia de la pandemia. Los confinamientos y las restricciones impactarán con fuerza durante este año. La previsión de crudo para el segundo semestre tendrá una mejora considerable, según la agencia. Aunque a todo ello se añade un problema más: el ataque a las instalaciones saudíes por parte de las guerrillas yemeníes.
Lo comentábamos hace unos días, con motivo del recorte de producción acordada por la OPEP. Concretamente, y en relación con el efecto de la pandemia, afirmábamos:
“En esa línea, el propio virus y las consiguientes restricciones, así como la incertidumbre futura han generado una economía más frágil. La OPEP indica que, aunque el mercado goce de una mayor confianza gracias a las vacunas, se debe actuar con cautela. La situación no ha cambiado mucho con respecto a la de hace unos meses. Por tanto, y con respecto al petróleo: la demanda sigue débil, hay exceso de existencias y subyacen otras incertidumbres”.
Ahora, según Europa Press y con respecto la previsión de crudo, la IEA advierte en la última edición de su boletín mensual:
«Llevará más tiempo que la demanda de petróleo se recupere por completo, ya que los nuevos cierres en varios países pesan sobre las ventas de combustible».
Es ese boletín, se pronostica una mayor debilidad del consumo en los tres primeros meses de 2021. De ahí que su proyección para la demanda de petróleo, con respecto a la anterior, se haya rebajado en 600.000 barriles durante el primer trimestre.
Previsión de crudo 2021
En consecuencia, la nueva previsión de crudo, según la demanda estimada por la IEA para el conjunto de 2021, será inferior. El rebote esperado de la demanda hasta los 96,6 millones de barriles diarios (mb/d) permitirá recuperar únicamente 5,5 mb/d. Eso representa el 62% de los 8,8 mb/d perdidos durante 2020.
Según la IEA:
«Esta recuperación refleja principalmente el impacto de las medidas fiscales y monetarias de apoyo, así como la eficacia de los pasos dados para resolver la pandemia».
Argumenta la agencia -algo de lo que también hablamos nosotros hace días-, que los países de la OPEP anticiparon la reducción de la demanda. Liderados por Arabia Saudí y Rusia, decidieron en enero no llevar a cabo un mayor alivio de sus restricciones de oferta. Y apoyaron la decisión saudí de ajustar en un millón de barriles al día su producción en febrero y marzo.
La agencia espera que la producción de crudo comience a repuntar este año a medida que aumenta la demanda. Asimismo, anticipa un incremento de la oferta de 1,2 mb/d en 2021, tras el recorte récord de 6,6 mb/d registrado en 2020.
Igualmente, apunta que «se necesitará mucho más petróleo» en la segunda mitad del año, puesto que confía en una mejora sustancial de la demanda.
El precio del barril
Finalmente, la IEA señala que el incremento de los precios del barril de crudo puede incentivar la producción del sector petrolero no convencional de EEUU. Durante el 2020, registró la mayor caída de la oferta. Sin embargo, y por el momento, las compañías parecen comprometidas con sus planes de mantener estable la producción y aprovechar, a cambio, cualquier aumento en los precios para reducir deuda y elevar la retribución de los accionistas.
Y si a ello unimos la incertidumbre que generan los ataques a instalaciones petroleras en Arabia Saudí, puede ser que la producción no convencional de Estados Unidos se recupere.
El problema generado por el ataque con drones durante el pasado fin de semana a la infraestructura de producción de Aramco es importante. La mitad de la producción diaria de la petrolera se vio afectada, unos 5,7 millones de barriles. Y no está claro cuándo va a recuperar dicha producción.
Pero lo que sí generó fue que el barril Brent llegara a dispararse un 20% esa misma madrugada, aunque después moderó su precio.
Es cierto que las reservas propias saudíes pueden ayudar a estabilizar la producción hasta que Aramco recupere su capacidad. El inconveniente es que han sido las guerrillas yemeníes, supuestamente apoyadas por Irán, las causantes de dicha ofensiva. Eso está elevando la tensión geopolítica en la zona. No se pueden descartar más ataques, incluso más problemas entre EEUU e Irán, que acusa directamente a Teherán de estar detrás.
Para nuestro país, también supone un problema el suceso. Ya no sólo es la pandemia la que está minando la economía, sino que nuestra alta dependencia energética del exterior puede verse afectada por lo acaecido Arabia Saudí. La propia IEA señala que España importa tres cuartas partes de la energía que consume. De ahí que el encarecimiento del precio del barril, por culpa de los ataques en Oriente Próximo, sea otro hándicap más la recuperación económica.
Esther de Aragón es licenciada en Geografía e Historia. Lleva varias décadas trabajando para medios de comunicación de diferentes sectores. Además, es escritora y ha publicado libros de temática tan diversa como: guías de viaje, un libro sobre el vehículo eléctrico o una novela