Con los preparativos casi listos para acometer una gran operación en su negocio de renovables, Iberdrola se ha visto sorprendida por la crisis provocada en los mercados por el COVID-19. En concreto, la compañía se hallaba ya buscando un socio financiero para el parque eólico Wikinger, situado en Alemania, en aguas del Mar Báltico.
Según informa Expansión, el plan de Iberdrola contempla el traspaso de alrededor del 40% de Wikinger, que cuenta con 350 MW de potencia, por un importe que sobrepasaría los mil millones de euros.
Estrategia de Iberdrola
El plan de Iberdrola consiste en la venta de participaciones minoritarias en instalaciones que ya se hallan en funcionamiento o que están cerca de estar acabados, para así poder realizar inversiones en otros proyectos de eólica offshsore. Por ejemplo, la compañía tiene el 100% de participación en el parque eólico en Saint-Brieuc, en Francia, para el que se invertirá una cantidad de 2.400 millones de euros.
La operación que se quiere llevar a cabo con Wikinger es muy parecida a la que se ejecutó el año pasado con el parque East Anglia One de 714 MW situado en el Mar del Norte. En esta ocasión, el grupo australiano Macquaire pagó 1.750 millones de euros para adquirir el 40% del parque eólico marino.
El banco de inversión JPMorgan es la entidad financiera responsable de buscar inversores para Wikinger. El banco, con la idea de buscar socios financieros que no quieran influir en la gestión y busquen rentabilidad estable a largo plazo, pone el foco en fondos de infraestructuras, grandes planes de pensiones y soberanos.
Según Expansión, algunos de los fondos que ya se han puesto en marcha para analizar la operación creen que Iberdrola pediría de manera inicial unos 2.500 millones de euros por la totalidad de Wikinger, cuya inversión realizada fue de 1.400 millones de euros hace un año y medio. Además, la compañía española tenía planes de cerrar el acuerdo antes de verano.
La cotización de Iberdrola ha bajado de 11 a 8,74 euros en el último mes. Su capitalización actual es de 58.270 millones.
Los efectos que puede tener el COVID-19 en la operación
Pero aquí es donde entra la crisis de los mercados desatada por el COVID-19, que provocará un retraso en el proceso de venta de la participación en Wikinger. Del mismo modo, aunque los problemas no radican en la recesión provocada por el virus, sí pueden hacerlo en el diseño de las financiaciones, dado que los bancos podrían pedir ahora tipos de intereses más altos al existir más riesgo.
Aún con todo, Expansión informa de que algunos de los analistas que estudian la evolución de Iberdrola creen que la venta del 40% de Wikinger no es algo urgente, ya que con la venta de East Anglia One la compañía ya ha cumplido con el objetivo de venta de activos del plan estratégico hasta 2022. Pero, aunque no corra prisa, la venta del parque eólico proporcionaría ingresos muy oportunos para la compañía ante la incertidumbre de que se alargue la crisis del COVID-19, que podría provocar grandes descensos en el consumo energético en España y otros países donde Iberdrola opera.
Te puede interesar
El verdadero virus de la Transición EnergéticaAsí es el primer aerogenerador flotante marino
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense. Redactor en energynews.es, movilidadelectrica.com e hidrogeno-verde.es.