La compañía eléctrica Iberdrola tiene previsto iniciar en 2025 la construcción de una de las infraestructuras energéticas más ambiciosas de Europa Occidental. Ubicada en Vilariño de Conso, Ourense, esta nueva central hidroeléctrica, denominada Conso II, será un referente en la producción de energía limpia y sostenible.
Con una inversión superior a los 1.500 millones de euros, el proyecto promete transformar la cuenca del Sil. Al aprovechar el desnivel natural entre los embalses de Bao y Cenza, esta central podrá generar y almacenar energía mediante un sistema de acumulación por bombeo, también conocido como «gigabatería».
El proyecto de Conso II va a representar un gran motor económico para la provincia de Ourense, y marcará un antes y un después en la transición energética. La infraestructura utilizará tecnología de vanguardia para almacenar y producir energía renovable a gran escala, posicionándose como la mayor central de este tipo en la Península Ibérica, y una de las más importantes a nivel europeo.
Central hidroeléctrica subterránea sin nuevos embalses
Lo que hace único a este proyecto es su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Según la empresa Iberdrola, no será necesario construir nuevos embalses ni depósitos, ya que se aprovecharán los existentes en Bao y Cenza.
La central hidroeléctrica será completamente subterránea, respetando el entorno natural y minimizando el impacto visual en la zona. Con un desnivel de 690 metros entre los dos embalses, el sistema podrá generar 1.800 MW de potencia. De esta forma, igualará a la central francesa de Gran Maison, que hasta ahora era la líder en Europa, y superará a La Muela, la más grande de España hasta la fecha.
Su diseño va a permitir almacenar hasta 58 millones de KWh, equivalentes al consumo medio diario de 10 millones de personas. Este sistema contribuirá a estabilizar la red eléctrica. También aprovechará los excedentes de energía solar durante el día para bombear agua, garantizando un proceso completamente limpio. «Será un avance histórico para la energía renovable en España», señalan desde la compañía.
Impacto económico y energético a largo plazo
Además de su importancia para la descarbonización, Conso II será un verdadero motor económico para Ourense. Durante los más de seis años que se estima durará la construcción, se generarán alrededor de 3.000 empleos, impulsando el desarrollo local. Paralelamente, el Gobierno está evaluando el impacto ambiental del proyecto. Esta evaluación incluye la ampliación de la subestación eléctrica en Viana y el tendido de nuevas líneas de alta tensión para conectar esta gigabatería al sistema eléctrico nacional.
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Una vez operativa, la central de Iberdrola podrá generar más de 4.000 GWh al año, contribuyendo significativamente a la seguridad energética y reduciendo la dependencia de fuentes no renovables. Con una potencia de casi el doble de la que tiene cualquier central nuclear en España, esta infraestructura será una «despensa de energía limpia» capaz de abastecer a millones de familias de manera sostenible.