Tras el cierre de las explotaciones de Carrio en Laviana y Santiago en Aller, a Hunosa solo le queda el pozo Nicolasa, en Mieres, para extraer carbón. Su capacidad es insuficiente para cubrir las necesidades del lavadero Batán y de la central térmica de La Pereda, por lo que se ve obligada a comprar carbón a terceros.La compañía ha anunciado una inversión de 23 millones de euros, un dinero con el que espera comprar carbón suficiente para mantener operativa La Pereda, al menos, hasta 2021.
En detalle, el precio base del contrato se sitúa en los 15 millones por un periodo de dos años; a cambio, lo que pide la hullera púbica es la disponibilidad de contar con hasta 111.000 toneladas anuales de carbón.
«La función de esta compra es complementar la producción propia para mantener la actividad en ambas instalaciones dentro del plan marco hasta 2021», apunta el responsable de CC OO en Hunosa, Rubén García.
Con 23 millones de euros sería suficiente para comprar el carbón necesario para mantener la actividad de la central térmica La Pereda hasta 2021
La compañía ha garantizado que el carbón llegará de minas ubicadas en países en vías de desarrollo, en las que se garanticen los derechos laborales de los mineros y el menor impacto al medio ambiente en los procesos de extracción.
Y tras la compra de carbón ¿qué vendrá?
Hunosa necesita carbón para mantener estas dos instalaciones hasta 2021. La pregunta es: ¿qué sucederá después?
La empresa tiene planes para diversificar la actividad del lavadero manteniendo -e incluso aumentado- la plantilla del Batán. Sobre La Pereda hay planes para su transformación más allá de 2021, con una inversión de unos veinte millones de euros. La idea es que siga generando energía pero con otras fuentes, como es el caso del suministro del calor basado en la geotermia de agua de mina; la eólica, o la hidráulica aprovechando las aguas de inundación de los pozos.
Periodista de cuándo se maquetaba con tipómetro (no, no hace tanto...). Toda una vida dedicada a escribir sobre energía y acerca de cómo la movilidad cambia (para bien) la vida de las personas.